Federico Rébola, el fiscal que investiga el ataque a tiros contra el supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo, dijo que, hasta el momento, no hay indicios de intimidación o exigencia alguna hacia los dueños del comercio y señaló que, a su entender, el lugar elegido por los autores de la balacera no fue causal, ya que los autores persiguieron la gran repercusión que causó el hecho.
“Claramente, el primer objetivo de los que hicieron esto fue que se enterara todo el mundo. Buscaron el impacto público. No hay nada que indique que querían intimidar o exigir algo a la familia Roccuzzo. Utilizaron algo próximo a Lionel Messi para asegurarse una gran difusión. Y, con eso, el mensaje le llegó a todo el mundo”, sostuvo en declaraciones al diario La Capital de Rosario.
Los responsables del comercio no habían recibido extorsiones en las horas previas. El ataque ocurrió a las 3.20 de este jueves sobre la calle Lavalle, en la zona Oeste de la ciudad. En la puerta del local, el Comando Radioeléctrico de la Policía provincial encontró un mensaje dirigido al capitán de la selección argentina. “Messi, te estamos esperando. Javkin también es narco, no te va a cuidar”, decía el texto escrito con birome en un cartón, en referencia también al intendente rosarino.
En la calle se encontraron 12 vainas servidas y en la persiana de metal del supermercado se contaron 14 impactos. Se sospecha que el ataque fue cometido por dos hombres en una moto y hay varias hipótesis sobre el trasfondo, entre ellas que estaría vinculado a barrabravas o a una interna entre narcos de Los Monos.
Rébola se limitó a comentar sobre la investigación: “No tenemos nada concreto. Es muy obvio que lo que se buscaba era tirarle a un súper de Messi no para amenazar a su entorno, sino para asegurarse fuerte difusión”. ¿Cuál sería el fin de lograr esa repercusión? Si bien no entró en mayores detalles, el representante del Ministerio Público de la Acusación deslizó que “se puede inferir, lógicamente, que el que lo escribió quiere producir un daño al Intendente”.
María Eugenia Iribarren, jefa de los fiscales de Rosario, se expresó en el mismo sentido: “La repercusión que tuvo el hecho era, sin lugar a duda, lo que buscaban quienes hicieron este ataque. Lamentablemente, es uno de los tantos hechos que ocurren con estas características en Rosario”.
“Creo que si la clara intención de los delincuentes es que se difundan sus mensajes, debemos darnos un debate razonable sobre la utilidad de hacerlo por los medios de prensa o por redes sociales. No es ilógico decir que alguien dejó un mensaje, pero precisar su contenido es justamente asegurar el propósito de los que tiran. No digo que de esta forma se termine la violencia, pero no ser funcionales a los propósitos de los que hacen estas cosas tiene sentido”, concluyó Rébola.
El episodio generó conmoción y desembocó en cruces entre las autoridades gubernamentales y críticas y propuestas de la oposición. El presidente Alberto Fernández se refirió a lo sucedido durante un acto en Salta. “Hoy amanecí con una noticia muy fea. Me comuniqué enseguida con el intendente (Pablo Javkin), hablé enseguida con el jefe de Gabinete. Le dije que algo más habrá que hacer. Estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer. El problema de la violencia y del crimen organizado es muy serio”, declaró.
El intendente Javkin hizo un reclamo público. Pidió respuestas de funcionarios nacionales y se dirigió al jefe de Estado: “Está muy claro que es fácil hacerle daño a Rosario y que a Rosario no hay un carajo de ayuda concreta. ¿A cuánto está el Presidente de acá, a media hora? Vengan acá los que tiene responsabilidad. Yo soy intendente de la Ciudad, yo no manejo las fuerzas de seguridad y cuando pedí no me dejaron”.
Tras ello, llegó el testimonio de Aníbal Fernández, quien aseguró que vienen trabajando hace un año para revertir una situación muy difícil, pero admitió que “los narcos han ganado” porque en Rosario esto “sucede hace 20 años”.
El ministro de Seguridad de la Nación señaló que lo de hoy fue “un hecho policial típico” de los que se registran en esa región hace dos décadas”, pero destacó que el gobierno nacional está trabajando con todas sus fuerzas para modificar un escenario demasiado complejo: “Esto tardó 20 años en instalarse, no se va a desinstalar en 20 minutos…”. En esa línea, comunicó como primera medida el cambio de comando de la persona a cargo de las fuerzas federales en Rosario.