El dengue fue noticia una vez más en la última semana con 113 nuevos casos en la provincia de Santa Fe respecto del período anterior. En todo el país el promedio es de 109 casos semanales y de acuerdo a la información relevada por el Ministerio de Salud de la Nación, representa un 20 por ciento del promedio registrado durante las mismas semanas de 2020, año epidémico. En Santa Fe, la atención estuvo puesta en el departamento General Obligado, particularmente en Villa Guillermina que fue donde se registró la mayor cantidad de casos positivos: 245 sobre un total provincial de 454.
Un equipo de Salud viajó hacia la zona para evaluar la situación y coordinar medidas con autoridades locales para evitar la diseminación del virus que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti infectado. El subsecretario de Promoción de la Salud Sebastián Torres integró ese equipo y a su regreso dialogó con El Litoral sobre el panorama que observó en Villa Guillermina pero también en Villa Ocampo, Florencia, Las Toscas, Reconquista y Vera. "Es la tercera semana que vamos con nuestros equipos a trabajar en esa zona" que fue la primera en la que se reportaron casos positivos.
El jueves, luego de que trascendiera la preocupación de la gente de la zona por el aumento de casos de dengue, autoridades sanitarias se reunieron con representantes comunales, escolares, vecinas y vecinos, y con el cura párroco. "Todos tienen un rol importante en la tarea de comunicar las acciones a desarrollar ante el brote de una enfermedad que se exacerba en los meses de verano y principios del otoño", consideró Torres. "Escuchamos las preocupaciones y transmitimos información acerca de por qué se trabaja o se actúa de una determinada manera", dijo el funcionario, ya de regreso en Rosario.
A modo de ejemplo, explicó que "a veces la gente reclama fumigación pero este recurso actúa sobre el mosquito cuando está volando que es a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde". En el medio, "el mosquito está en el reservorio que es nada más ni nada menos que el recipiente de agua donde ponen sus huevos y se reproducen". "Ahí hay un rol protagónico de los vecinos porque podemos fumigar toda la localidad pero si eliminan los recipientes que acumulan agua y evitan que los mosquitos dejen allí sus larvas, se termina el mosquito", insistió.
La comunicación resulta, para Torres, una clave útil para amplificar las recomendaciones de manera que lleguen a todo el territorio: en esa tarea están los agentes sanitarios que tienen previsto recorrer casa por casa en las zonas más afectadas para explicar cuáles son las mejores estrategias de prevención, cómo tratar el dengue y cuándo hacer una consulta médica.
– ¿La situación de Villa Guillermina entra en la categoría de brote?
– El brote se produce cuando tenés un aumento de casos en un lugar donde no los había. Esto es el inicio de situaciones normales que ya hemos vivido por muchos años. Siempre digo que más que alarmarse hay que ocuparse del dengue porque hemos tenido situaciones similares o peores (en otros años) en otras localidades.
Cómo actuar
Para Torres queda claro que hay una cuestión cultural (o estructural podría agregarse, en aquellos lugares donde el agua potable no llega) por la que la gente junta agua en recipientes, ya sea para beber o para regar las plantas. La sequía, que atravesó buena parte de la provincia y castigó algunas áreas en particular, explica que esta técnica se haya intensificado en el último tiempo. Por eso, para el funcionario de Salud es necesario trabajar desde lo sanitario pero también en un cambio de hábitos; en ese sentido una de las recomendaciones es tapar en forma hermética los recipientes si no hay otra alternativa que acumular el agua para su posterior consumo.
Una vez que se establece un caso positivo se hace un bloqueo que significa recorrer la manzana donde está ubicada la vivienda de la persona con dengue y las 8 manzanas aledañas. Allí se hace una fumigación en jardines interiores y en el exterior. En cuanto a la cantidad de casos registrados en una misma zona, Torres señala que hay factores climáticos (calor, humedad, lluvias) que favorecen la reproducción de los mosquitos, pero también una fuerte vinculación con los viajes a países limítrofes: "El dengue prevalece durante todo el año en países vecinos como Paraguay y Brasil, donde viajó mucha gente en esta temporada de verano".
Otro factor a tener en cuenta es que los síntomas del dengue pueden asimilarse a una gripe, la persona se automedica, no concurre al médico, siente una mejoría a los pocos días y en realidad tiene la enfermedad que se puede transmitir a otra persona si es picada por el mosquito que actúa como vector. "El mensaje a la población es que la mejor manera de prevenir el dengue es el cuidado que pueda tener cada uno en su propia casa. Primero, uso de repelente, si se puede tener mosquiteros o mallas metálicas en puertas y ventanas, repasar los síntomas para hacer la consulta inmediata y ‘atacar’ el reservorio, que es donde el mosquito construye su nido, es decir, vaciar y limpiar todos los objetos donde se acumula agua".
Vacíos o tapados
Si los recipientes con agua no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas) o evitar que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores), vaciándolos y cepillando frecuentemente (portamacetas, bebederos), o poniendo los mismos al resguardo bajo techo (botellas retornables).
¿Qué es y cómo se transmite?
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes principalmente por Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus dengue, este se replica en el mosquito y luego de 8 a 12 días se vuelve infectivo, transmitiendo el virus a través de la picadura a otras personas.
Los síntomas comienzan por lo general entre 5 y 7 días después de haber adquirido la infección (pero puede ser entre 3 y 14 días). Los síntomas más comunes son fiebre (que dura generalmente de 3 a 5 días), dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, dolor detrás de los ojos, pérdida del apetito, diarrea y erupción.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.
