La provincia de Santa Fe busca consolidar una estrategia de recuperación de la obra pública, crucial tanto para la infraestructura como para la actividad económica y el empleo, en medio de recortes y promesas del gobierno nacional. La reciente renuncia del director de Vialidad Nacional, con quien las autoridades santafesinas negociaban la reanudación de trabajos urgentes, ha generado incertidumbre sobre el cumplimiento de los compromisos establecidos entre la Nación y las provincias para un nuevo sistema de coordinación y financiamiento.
El ministro de Infraestructura, Lisandro Enrico, explicó en una entrevista que el acuerdo entre Nación y provincia representa un punto de reinicio, luego de que el gobierno de Milei paralizara completamente la obra pública al comienzo de su gestión. El 25 de junio se firmó un convenio para que la Nación termine algunas obras y transfiera otras a Santa Fe, que las financiará con fondos propios. Sin embargo, otros proyectos financiados por la administración anterior serán cancelados.
La renuncia de Raúl Bértola a la Dirección Nacional de Vialidad, un interlocutor clave para los funcionarios provinciales, suspendió la primera reunión prevista para implementar este acuerdo. Aunque el convenio fue firmado con el jefe de Gabinete de la Nación, garantizando en teoría su continuidad, la política económica actual, que prioriza el ajuste fiscal para pagar la deuda del Banco Central, no es alentadora. El recorte de obra pública fue un factor importante en el superávit financiero presentado por el ministro de Economía, Luis Caputo, en junio.
Enrico destacó la urgencia de mejorar las rutas nacionales en Santa Fe, que abarcan 2.800 kilómetros en 20 tramos. El acuerdo con Guillermo Francos establece que la Nación retomará tareas prioritarias y financiará algunas grandes obras, mientras que la provincia se encargará de otras importantes que la Nación ya no financiará, como las cascadas de Saladillo y 819 viviendas inacabadas.
Para los municipios y comunas, Santa Fe ha implementado un programa de obras urbanas pequeñas, con una inversión de cerca de 8.500 millones de pesos en cinco meses y un presupuesto anual de 22.000 millones de pesos.
Un componente clave de la estrategia de obra pública provincial es mejorar los accesos a los puertos del Gran Rosario, involucrando rutas nacionales y provinciales. Enrico mencionó que se busca un acuerdo para que la Nación ceda estas rutas a la provincia, que organizaría un sistema de obra, mantenimiento y operación en la zona de los puertos. Este esquema incluiría una tasa de ingreso única y coordinada para mejorar la circulación, reemplazando las tasas municipales actuales.
Además, Santa Fe avanza en la mejora de las rutas provinciales mediante un esquema de trabajo con la Bolsa de Comercio para emitir bonos. Esta metodología ya se ha utilizado en proyectos como la repavimentación del Camino Negro ruta 25 y la adición de un tercer carril en la autopista desde Rosario hasta San Lorenzo. Cuando se firmen los contratos con las empresas, el Ministerio de Economía licitará los bonos.