Por Ricardo Porta.
Después del partido sostengo firmemente el título de ésta columna. Porque en el Kempes, salvo jugadas puntuales, la “T” fue el que hizo todo lo bueno y malo en el juego. Tuvo posesión durante el 80 % del partido. Se equivocó en su área en forma grosera, desnudando la falta de eficacia del sabalero. Que no supo ni pudo convertir. Y le faltó, al del Barrio Jardín, contundencia para quedarse con lo que hubiese sido el premio mayor.
Antes se seguir con el análisis, quiero dejar sentado una vez más, que lo mejor que tiene el rojinegro es su pueblo, 10.000 hinchas estuvieron en el estadio apoyando a un equipo que no le transmite nada.
Desde el comienzo se vieron claras fallas tácticas en el visitante. Falcioni no aprendió del error que cometió en el debut en la Bombonera, sacrificando a Farías tirándolo (Anulándolo) para marcar las subidas del lateral local. Incómodo, la veía pasar. Le costó el cambio.
No puedo explicarme porqué en Colón no hay un lateral izquierdo a quien el DT pueda acudir. Debo decir que menos mal que, salvo en el gol de cabeza del ecuatoriano Alan Franco, en jugadas de pelota detenidas y de centros al área respondió sin errores.
Párrafo a parte para analizar si el “Pulga” debe ser titular desde el comienzo. Si lo tengo en el banco es que está para jugar: lo pongo. Para aprovechar lo que hizo. Pelota detenida y se la puso mágicamente en la cabeza a Wanchope. No correr el riesgo que el rival te gane de mano y te vacune primero.
Buen resultado. No perdió. La serie está abierta. Pero cuidado que si en el Cementerio de Elefantes no llega el gol rápido, ya hemos visto esta película, la localía le puede jugar en contra.
El rival comete errores infantiles en defensa. Tienen los de Falcioni que estar atentos y saber aprovecharlos.
Y en defensa arreglar el problema, porque quedó claramente demostrado que la improvisación de Novillo en ese sector de la cancha no le rindió. Si vuelve a tener éste problema tendrá “que rascar la olla” y reemplazarlo por otro que se adapte mejor o cambiar el sistema defensivo.
Tan clarito como el agua. Colón se pareció más al del torneo doméstico que al esperanzador copero.
