Por Ricardo Porta.
Así, tal cual el título: fue tan favorable la primera etapa, el de Munúa le entraba por todos lados a una defensa que hacía agua. Sin contención en el medio campo Racing nunca pudo acomodarse en esa primera mitad. Mauricio Martínez alcanzó a sacar de la línea cuando un remate de Márquez iba al gol. Luego tuvo el Tate varias situaciones para convertir. Pero la falta de jerarquía y mala definiciones demoraron esa apertura.
En el entretiempo Ubeda se dio cuenta que tenía que hacer una variante en el medio. Sacó a uno de arriba para meter a uno de contención. Allí empezó a cambiar el partido.
Tomó por momentos las riendas del juego. Pero fue el local el primero en marcar.
Y casi lo pierde porque después del empate, aunque lo cantó Copetti, este no la tocó. Yo se lo doy a Moreno, el local sufrió dos tiros en los caños. Además de lucirse Moyano al tapar otros que llevaban destino de red.
Munúa tendrá que comprender que el santafesino sabe de fútbol. Elogió demasiado al rival. Enfrente Unión tuvo a un equipo que había obtenido sólo una victoria en diez partidos. Una caricatura del Racing que en otras épocas hacía honor a su mote: La Academia.
Pero no se perdió y eso es trascendente. Ayuda a no perder la confianza.