Luego de que el expresidente Mauricio Macri lo acusara de ser funcional al kirchnerismo en la campaña para las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, el candidato a legislador por afuera del PRO Horacio Rodríguez Larreta respondió que le "duelen las agresiones" y retrucó la chicana: "Él perdió con Alberto Fernández, el peor presidente de la historia".
"Nosotros, durante 16 años que gobernamos, le ganamos siempre al kirchnerismo. Siempre ¿Sabes cómo? Trabajando, con buena gestión, eso es lo que la gente quiere", señaló en diálogo con Radio Mitre el exprecandidato presidencial que perdió en 2023 la interna con Patricia Bullrich, la elección que también citó Macri para bajarle el precio.
Ante todo, el exalcalde porteño manifestó que "gobernando bien" es la manera de ganar los comicios, "sin importar quién va con quién, ni el armado político". "Que trabajen, que pongan la Ciudad como estaba, que vuelva a relucir Buenos Aires", sumó contra la gestión de Jorge Macri, su sucesor en Capital Federal y a quien responsabilizó por la inseguridad.
Rodríguez Larreta también aseguró que varios amigos en común con Mauricio Macri le enviaron mensajes en los últimos días para que decline su candidatura a la Legislatura porteña, además de que ironizó: "Lo escucho y parecería un psicólogo, pero pensé que era ingeniero".
"La única preocupación era frenarlo a Milei y yo quiero trabajar para los porteños. Le puse la vida a esta ciudad y no puedo representar a un gobierno de la Ciudad en el que no creo. Se me caería la cara en salir a defenderlo", añadió en la nota.
Los dardos del fundador del PRO para Larreta llovieron el pasado lunes. Después de haber impulsado el Compromiso por el Cambio en 2003, el exalcalde de la Ciudad se presentará por su cuenta, alejado del espacio amarillo, en las legislativas.
"Lamentablemente es por un tema personal de él: no quedó bien después de que perdió la interna a Presidente con alguien que siente que es muy inferior intelectualmente que él (por Bullrich). No lo puso superar", había disparado Macri.
Fuente: El Canciller