El Senado de la Nación aprobó por mínima diferencia la ley "fundacional" impulsada por el gobierno de Javier Milei: la Ley de Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos. También le dio curso al paquete fiscal. En ambos casos hubo cambios, algunos muy significativos, respecto de los textos que salieron aprobados de la Cámara de Diputados el último día de abril que, dicho sea de paso, ya diferían bastante de las iniciativas impulsadas por el Ejecutivo en diciembre.
Algunos de los cambios aprobados en el Senado, que sesionó por alrededor de 22 horas, fueron impulsados por el propio oficialismo para asegurar adhesiones, como la supresión de Aerolíneas Argentinas, del Correo y de Radio y Televisión Pública del listado de empresas estatales privatizables, y la eliminación de la reforma jubilatoria de manera que sigue vigente la moratoria previsional.
Otros cambios fueron aprobados en el mismo recinto de la Cámara alta, como los capítulos de Bienes Personales y de Impuesto a las Ganancias dentro del proyecto de ley sobre Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes que no recibieron acompañamiento de la mayoría.
Ambos textos, ley de Bases y paquete fiscal, deberán volver a la cámara de origen para que queden ratificados.
¿Qué puede ocurrir en Diputados? ¿Y qué puede hacer luego el Ejecutivo?
Uno de los caminos que se abren en Diputados es la aceptación "in totum" que significa que la Cámara baja vota los proyectos con los cambios que introdujo el Senado, las leyes quedan sancionadas y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación.
La otra opción es que se insista con la redacción originaria de la media sanción: para eso, necesita alcanzar la misma mayoría que la que votó en el Senado, tanto en general como en particular. En el caso de estos proyectos, casi todas las modificaciones que hizo la Cámara alta fueron por mayoría simple, con lo cual necesitará el voto de la mitad más uno de los presentes para volver atrás con los cambios (no obstante, necesitaría dos tercios para las pocas cláusulas que se aprobaron en esa proporción: la que implicaba dejar sin efecto regímenes de promoción industrial como el de Tierra del Fuego, o el aumento del 3 al 5 % de las regalías mineras que cobran las provincias).
Lo que no puede hacer Diputados es introducir nuevas modificaciones, solamente aceptar o rechazar (total o parcialmente) las del Senado.
En este punto, cabe recordar que Diputados le dio media sanción a la Ley Bases con 142 votos a favor y 106 en contra, mientras que el paquete fiscal fue 140 a 103.
La tercera alternativa es aceptar algunos cambios y rechazar otros: es una facultad que tiene la Cámara de origen de acuerdo a una interpretación que hizo el Congreso en 1995 del artículo 81 de la Constitución Nacional. "A pesar de que no se encuentra textualmente en la redacción del artículo 81, surge de la práctica parlamentaria que la insistencia de la Cámara iniciadora pueda ser parcial, aprobando o aceptando algunas de las adiciones o correcciones y desechando otras", establece el reglamento de la Cámara baja, según replican medios especializados.
Superado el trámite en Diputados, queda todavía la definición del Ejecutivo que podrá promulgar las leyes, con lo que quedarían sancionadas, o vetarlas total o parcialmente.
Si hay veto, el o los proyectos vuelven al Congreso donde ambas cámaras podrán insistir si reúnen los dos tercios de los votos, de manera que las leyes quedarían finalmente sancionadas.
Como se ve, aún falta un trecho, que podrá ser más o menos extenso de transitar de acuerdo al complejo juego de adhesiones y rechazos legislativos y concesiones del Ejecutivo, para que los dos proyectos pasen a formar parte del plexo legal argentino.
