Salvo que la inflación se derrumbe, la compañía eléctrica estatal tendrá el derecho a aplicar un aumento de hasta el 20% a partir del 1ro de septiembre, sin convocar a una audiencia pública ni dar más explicaciones que mostrar ese índice.
El primero de agosto se cumplirán 6 meses desde que la Empresa Provincial de la Energía comenzó a aplicar, el 1ro de marzo, una aumento que fue de entre el 47 y el 57% entre los clientes residenciales. Y la resolución de la Casa Gris que lo autorizó también lo hizo con una suerte de "cláusula gatillo" que aparecía como una chance para después de las elecciones. Sin embargo, ahora en el menú aparece otro elemento: una resolución del Ministerio de Economía de la Nación a través de la Secretaría de Energía que dispone nuevamente amplias facilidades para empresas distribuidoras como la Epe, que hayan cumplido con sus pagos o con las cuotas por deudas durante el año pasado. La Compañía Administradora del Mercado Mayorista (Cammesa), que ordena la relación entre generadores, transportistas y distribuidores (como la Epe) es la encargada de hacerlo efectivo.
Se trata de una financiación blanda para un cifra impactante: el equivalente al triple de lo consumido durante 2022 que seguramente llegará a 20 empresas. Por ahora, es información que solo circula en el ámbito técnico y son precisamente esos cuadros del sector eléctrico los que esperan más precisiones de la decisión política prevista por la Ley de Presupuesto 2023, que ahora pone en marcha Sergio Massa, por medio de la resolución 575.
La posibilidad de posponer pagos resuelve el cierre del año electoral en curso pero influirá en los números de la próxima gestión. La condición para acceder a ese programa de financiación es no tener deudas con Cammesa, o deber menos una cifra bajo control. La Epe de Santa Fe tiene según las fuentes consultadas por El Litoral esa calificación.
El objetivo es aplicarles un descuento a las firmas que en los últimos tiempos se preocuparon por cumplir o regularizar sus deudas. Aparentemente, no aplica para Edenor y Edesur, las compañías privadas que tienen las dos concesiones eléctricas más grandes del país y que tienen enormes rojos con Cammesa.
Aquel dólar a $ 383
La cláusula gatillo que la Epe tiene para poder aplicar, la eventual toma del préstamo nacional o una combinación de ambas medidas están en las perspectivas de corto plazo de la conducción de la compañía eléctrica santafesina, porque la inflación no ha dado respiro pese a una leve tendencia a la baja y porque siempre se mira el precio del dolar en todo el sector eléctrico.
Debe pensarse que cuando los técnicos de la Epe expertos en tarifas elaboraron la propuesta de aumento, el dolar blue costaba $383 en la ciudad de Buenos Aires y el oficial $ 193 (al 30 de enero de este año). Hoy el paralelo está en $ 529 y el oficial en 281. Precisamente por temor a variables como las que hoy se presentan se diseñó, como en 2022, una suba tarifaria con cláusula gatillo para accionar si los malos pronósticos se cumplen. Su aplicación es producto de una compleja fórmula que incluye "índices del Indec representativos de los rubros: materiales, mano de obra y servicios que conforman la estructura de costos para la prestación", a cargo de la Epe. Su nombre oficial es "Indicador Ponderado (IP)".
"Luego de su adecuada aplicación en 2022, en términos de incorporar recursos que permitan atender las variaciones propias de los costos asociados al servicio, en la presente propuesta de adecuación del VAD, y a los fines de considerar los efectos de las variaciones de costos de insumos internos y recursos que permiten cubrir los costos operativos necesarios para la prestación del servicio, sostenimiento de la demanda, y ejecución de inversiones, se propone nuevamente la incorporación de una fórmula que permita evaluar la marcha de las variables de la economía con impacto directo en la actividad del servicio público de distribución de energía, dotando de mayor previsibilidad a los recursos necesarios para la prestación", el texto de la compañía es agotador para quien no está familiarizado con el lenguaje técnico, pero se puede comprender. Dice que en 2022 fue muy bueno (para la Epe) tener su "cláusula gatillo".
En febrero, durante la discusión tarifaria anual, no había perspectivas de un auxilio relevante nacional. Más bien lo contrario, por la quita de subsidios a los usuarios residenciales con la segmentación tarifaria.
La norma nacional
La resolución 575 aclara que los agentes distribuidores que al 30 de septiembre de 2022 no tengan deuda con Cammesa por compra de energía, o su nivel de deuda sea inferior a una transacción media de la distribuidora del año 2022, tendrán un "Régimen Especial de Créditos en Unidad de Medida Homogénea" que será igual a 3 veces los megavatios hora (MWh) promedio facturados por Cammesa en 2022, según una fórmula de cálculo que se incluye en el anexo de la norma.
El monto de los créditos reconocidos será aplicado parcialmente a la cancelación de la factura mensual de Cammesa en tanto represente como máximo 30% de la factura que debe abonar la distribuidora, hasta agotar el "Crédito en Unidad de Medida Homogénea" (megavatios hora – MWh), "no pudiendo atrasarse en sus pagos durante la vigencia del mismo".
En el artículo 3 se agrega que aquellos distribuidores que registren deuda posterior al 1° de octubre de 2022 y hasta el momento de la publicación de la presente resolución, se podrán incorporar a este nuevo régimen descontando del «Crédito en Unidad Medida Homogénea» la deuda la deuda posterior convertida en MWh.
Calendario
Las fechas en las que los santafesinos irán a las urnas con la boleta sábana nacional o la boleta única provincial, son los siguientes: el 13 de agosto se celebrarán las Paso nacionales para presidente y vice, así como para diputados nacionales por Santa Fe; luego, el 10 de septiembre las elecciones generales de la provincia de Santa Fe; y lo mismo pero a nivel nacional, el 22 de octubre. Un eventual balotaje presidencial el 19 de noviembre.
Ayuda memoria
Terminaba febrero de este año cuando la Epe logró un aumento de sus tarifas, para la actualización del llamado Valor Agregado de Distribución (VAD). Es una parte (históricamente un tercio) del total que pagan los usuarios y que debe cubrir los costos de las tareas e inversiones que necesita la Empresa Provincial de la Energía para su funcionamiento.
Los otros dos grandes segmentos de cada boleta de la luz lo componen los impuestos y, lo que pesa cada vez más, el costo mayorista de la energía eléctrica (que la empresa santafesina compra a las generadoras y el sistema de transporte en alta tensión, a través de Cammesa).
El 28 de febrero se conoció la resolución 185 que en su artículo tercero autoriza a la Epe a una recomposición del VAD que impactó en algunos casos en 20 puntos más que el anuncio del 40% que se había hecho antes de la audiencia.
Luego, sin más injerencia santafesina que la del traslado a la tarifa, se produjo el aumento del costo de la energía en el mercado mayorista a nivel nacional. La Secretaría de Energía de la Nación continuó con su programa de quita de subsidios en mayo, lo que llegó a impactar en subas de más del 300% interanual en el segmento con mejor poder adquisitivo de la población.
Hoy los usuarios identificados como de Nivel 1 pagan la totalidad del costo de la generación, transporte y distribución de los kilovatios que consumen.
En cambio, subsisten subsidios -bastante menores- para el sector medio (el menos numeroso) que se denomina Nivel 3. Finalmente, la franja más pobre de la sociedad que tiene el servicio eléctrico regular (y paga por ese servicio) está bajo la categoría de Nivel 2. Los enganchados o colgados no forman parte y su consumo es pagado por todos los demás usuarios.
Según datos oficiales, bien arriba en sus bienes e ingresos, como renglón N1 hay 419.268 clientes residenciales santafesinos; como N3, en el jamón del sándwich, está la minoritaria clase media: 206.509 hogares registrados. Y por último, los sufren más los problemas económicos, los N 2, otros 638.358. Se calcula que por kw/h consumido la factura más elevada (N1) es 4,2 veces mayor a la más baja (N2).