El gobierno provincial estudia un fuerte recorte de recursos para el Ente Regulador de los Servicios Sanitarios que provienen de los clientes de Aguas Santafesinas SA y, en bastante menor medida, de los demás usuarios de las municipalidades, comunas y cooperativas prestadoras de los servicios de agua potable y cloacas.
La poda en ciernes es doble y solo resta la firma del respectivo decisorio (seguramente un decreto) para su puesta en ejecución. Los extremos de la medida ya fueron estudiados, presentados a los interesados directos y comprometidos otros fondos si el resultado del recorte llegara a ahogar al Enress: regular y controlar las prestaciones sanitarias en toda la provincia.
Tanto se hará una sensible baja en el porcentaje de la Tasa de Retributiva del Enress que fue creada junto con ese organismo, en 1994, del actual 4,98% de cada una de las facturas emitidas por Aguas Santafesinas SA, al 2,6%, es decir, lo que ya se cobra en los demás prestadores del interior del mapa de la bota. Y además, para uno y otros se cambiará la base de cálculo: ya no será sobre el total facturado (paguen los usuarios o no), sino solo sobre lo que se ha logrado efectivamente cobrar.
Esta última modificación significa para Aguas un ahorro, ya que en la empresa que se maneja como una sociedad anónima pero es del Estado, hay una cobranza que ronda el 90%, y el restante 10% antes entraba en el cálculo de los fondos para el Enress; lo mismo que para las cooperativas, los municipios y las comunas que brindan agua potable y cloacas, que tienen muy variados índices de retrasos en el pago de las facturas o de incobrables.
Del tema ya fueron impuestos de la decisión los directores del Enress por parte de los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas encabezados por su titular, Lisandro Enrico. En el encuentro, la Casa Gris le aseguró al ente de que en caso de necesitarlo habrá un auxilio desde el Tesoro si tras el recorte no se logra cubrir sus gastos de funcionamiento. El gesto fue valorado pero el procedimiento choca con la idea (consagrada por la Ley 11.220) de que el regulador debe ser independiente y para ello, autárquico. Sin depender de una habilitación desde un despacho gubernamental para poder controlar.
Por otra parte, desde el ministerio se recordó a las autoridades del ente regulador que durante años la tarifa de Aguas no se actualizaba. Y que con el aumento del 450% de 2024 es considerable lo que también subiría la tasa de retribución y que por ello se baja el porcentaje. En rigor, nunca sucedió desde 1995 cuando comenzó a cobrarse la tasa retributiva.
Del mismo modo, se insistió sobre la situación deficitaria de Aguas y la sanción de la ley de emergencia -vigente desde junio- que también justifican, según se expuso, la decisión de achicar la base de cálculo del total facturado a solo lo efectivamente cobrado. Esto último tiene un antecedente interesante que proviene de la época en que el servicio estaba en manos privadas: en 2002 cuando todavía eran privadas el agua y las cloacas (y ya habían estallado la economía y la Convertibilidad) unilateralmente la ex Aguas Provinciales SA comenzó a pagarle al Enress solo lo cobrado, no lo facturado, que caía mes a mes. Aquella medida fue judicializada por el ente regulador y logró revertirla.
Tres décadas
Otros datos de esos años también son interesantes para comprender qué era y qué es hoy el ente regulador: en 1994, cuando se aprobó la privatización de la ex Dipos, todo un capítulo de la Ley 11.220 dispuso su creación, con una planta de personal cuyo número de cargos ha crecido en apenas 10 lugares más. En el mismo lapso de tres décadas, Aguas Santafesinas comenzó a operar el sistema de grandes acueductos y se multiplicó el número de prestadores en el resto de las localidades de la provincia a donde ni la vieja Obras Sanitarias de la Nación, ni la desaparecida Dirección de Obras Sanitarias de la Provincia, ni la privada concesión fracasada de Aguas Provinciales, ni la reestatizada Aguas Santafesinas llegaron. Hace 30 años eran alrededor de 40 los llamados "pequeños prestadores" u "otros prestadores" mientras que hoy son más de 350 los municipios, comunas y cooperativas que proveen de agua y/o cloacas.
Quien lea la ley 11.220 -que seguramente pronto pasará al archivo y será reemplazada por otro marco normativo y regulatorio- verá que para el Enress el carácter de ente autárquico es central. Tanto que el Anexo 9 del Contrato de Concesión en su numeral 26.5 considera "falta grave" la simple mora en los giros del concesionario al Enress por lo indicado en el artículo 27, referido a la tasa retributiva.
Con información de El Litoral