El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el presidente Javier Milei eliminará fondos fiduciarios que representaban cerca de 2 mil millones de dólares por considerar que se trataba de "cajas de la política".
"Milei decidió eliminar determinados fondos fiduciarios que carecen de transparencia y son parte de lo que denominamos cajas de la política. Representan cerca medio punto del PBI, en torno a los 2 mil millones de dólares. Son fondos que existen hace unos 30 años", dijo Adorni, casi en simultáneo con declaraciones del propio Presidente, en el mismo sentido y en una radio porteña a la que dijo: "Son como 20 mil millones de pesos, todas cajas negras de la política. Eso hay que terminarlo. Eso pone muy nervioso a muchos. Hay muchos agentes de la política que viven de eso".
En su habitual conferencia de prensa desde Casa Rosada (este viernes con inconvenientes en la transmisión en vivo), el vocero pidió que "la política comprenda que la transparencia tiene que estar por encima de todo".
El fideicomiso representa un mecanismo que separa la propiedad legal de los activos de su control económico y beneficio. A través de este acuerdo, se crea una estructura que permite la transferencia de bienes de un propietario a un gestor designado, quien los administra con una finalidad específica: por ejemplo, determinadas obras públicas o el sostenimiento de alguna actividad económica en particular.
Su aplicación para el manejo de fondos públicos tiene muchos menores controles que las partidas que integran el Presupuesto. Por lo tanto, su funcionamiento es mucho menos transparente que el gasto público habitual de las reparticiones del Estado, aprobado por el Congreso y con instancias de auditoría que los fondos fiduciarios no poseen.
El Presidente está facultado para eliminar algunos que fueron creados por decreto, pero necesitaría del Poder Legislativo para ir por sobre los que surgieron de una ley.
Más allá de la explicación técnica, el tema formaba parte del (ya famoso) inciso "h" del artículo 4 de la Ley de Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos, o "ley ómnibus". Fue en ese punto donde se frenó el debate de la Cámara de Diputados el pasado 6 de febrero, cuando no hubo acuerdo sobre ese tema en la votación en particular del texto, que ya había obtenido aprobación en general.
Por ese inciso se habilitaba al Presidente a "transformar, modificar, unificar o eliminar asignaciones específicas, fideicomisos o fondos fiduciarios públicos creados por normas con rango legal, inclusive los destinados a subsidios, revisar su procedencia y destino para lograr una mayor racionalidad, eficiencia, eficacia, transparencia y control del uso de recursos públicos".
Sin acuerdo, ni siquiera de legisladores "dialoguistas", la votación iba a pérdida para el oficialismo que decidió devolver la ley a comisiones y retirarla, luego, del tratamiento en la Cámara.
Más allá de los fondos fiduciarios que hoy, con declaraciones del gobierno están en primer plano, no se descarta que varios de los capítulos comprendidos en la fallida "ley ómnibus" serán impulsados por el Ejecutivo a través de nuevos proyectos de ley o, directamente, por decreto.