En un nuevo cruce virtual, Cristina Kirchner volvió a apuntar este domingo contra Javier Milei y lo criticó por el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en ciernes, al advertirle: "Estás con el agua al cuello porque te faltan dólares".
A través de una publicación en su cuenta de la red social X, la expresidenta acusó al líder de La Libertad Avanza de "tirar la toalla" al solicitar un préstamo al organismo multilateral de crédito y subrayó: "Al final terminaste haciendo lo mismo que (Mauricio) Macri".
"Te falló el experimento de la Escuela Austríaca", lo chicaneó la dos veces jefa de Estado antes de cuestionarlo por "cambiar una ‘deuda barata’ y controlable" -en alusión a las obligaciones internas- "por otra ‘deuda más cara’ que, además, somete a la Argentina a la extorsión permanente".
En la víspera, tras el anuncio del Gobierno de que aprobará el pacto por la vía de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para solo después remitirlo al Congreso, Milei defendió el nuevo entendimiento y aseguró: "Nada nos detendrá en nuestra tarea de exterminar la inflación".
El Presidente afirmó en una columna que escribió para el diario La Nación que el Tesoro utilizará el dinero que ingresará para "cancelar parte de su deuda con el Banco Central", de modo tal que "la deuda bruta no sube y en caso de que la misma se utilice para rescatar títulos cuyo valor de mercado está debajo la par, la misma caerá".
A esto, la también presidenta del Partido Justicialista le retrucó que quiere "explicar lo inexplicable": "¿En serio nos estás diciendo que te van a dar miles de millones de dólares y que no va a aumentar la deuda externa argentina? Daaaaale!".
Alertó que es "lo mismo que hizo Macri cuando dijo que se endeudaba en dólares para pagar el déficit en pesos y el (ministro de Economía, Luis) Toto Caputo le terminó pidiendo 57 mil millones de dólares al FMI".
Asimismo, cruzó al "economista experto en crecimiento con o sin dinero" al consultarle si cree que "es lo mismo una deuda de letras intransferibles entre el Tesoro y el BCRA (o sea, una deuda intra-Estado, una deuda interna) que no es exigible, no tiene valor de mercado, con tasa de interés más baja y, además, sujeta a legislación nacional; que una deuda de Argentina con el FMI, que tiene condicionalidades sobre la política económica nacional, cuya tasa de interés más recargos ronda el 7%, que no admite quitas y que somete al país a legislación y jueces extranjeros".
También le recordó que quería "cerrar el Banco Central porque era el ladrón más grande que existía en el Argentina" mientras que ahora le pide "un préstamo al FMI para ‘fortalecer’ su balance" y reclamó: "Dejá de mentirle a la gente Milei… No te cree nadie".
A continuación, sostuvo que "hace rato" que el Presidente notó que el "verso" sobre que "la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario generado por un exceso de oferta de dinero" es "falso" y subrayó que su "única receta" para combatirla es "tener pisado el precio del dólar oficial y rifar miles de millones de dólares para mantener a raya los financieros" para así evitar que se "dispare la brecha cambiaria y, junto a ella, los precios".
"¿Qué te va a exigir el FMI con el tipo de cambio? Devaluación ¿antes o después de las elecciones?", alertó la exmandataria pese a que Caputo aseguró días atrás que el organismo multilateral de crédito "nunca pidió" eso.
Hacia el final de su extenso comunicado, la expresidenta le exigió al libertario que deje de "repetir la mentira" de que es el "primer gobierno de la historia que tiene superávit pagando deuda" y recordó que "Néstor Kirchner le pagó el FMI la totalidad de la deuda en el 2005″, a la vez que remarcó: "Te guste o no Milei, con la gente adentro, desendeudamos a la Argentina como nadie".
"Desde la sanción de la Ley Sáenz Peña somos la única fuerza política que, elegida por el voto popular, cumplimos tres períodos de gobierno consecutivos (2003-2015)… y además, aumentando la cantidad de votos de elección a elección", destacó antes de sentenciar: "A vos y a tu hermana eso nunca les va a pasar".
Fuente: El Canciller