El proyecto de Ley de Bases y Puntos de partida para la libertad de los argentinos y el de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes llegarán finalmente, este miércoles, al Senado de la Nación en busca de allanar el camino hacia una sanción definitiva, de manera que el gobierno de Javier Milei pueda procurarse, a más de seis meses de asumir, sus primeras leyes.
En el recinto de la Cámara alta les espera a ambas iniciativas un largo debate y el cumplimiento de varias consignas ya convenidas en la reunión de labor parlamentaria. Allí se acordó que ambos proyectos serán tratados por separado: primero, la ley ómnibus en general y en particular y, luego de un cuarto intermedio, el paquete fiscal con similar metodología.
Además, se definió que no habrá homenajes ni cuestiones de privilegio, para no dilatar más el comienzo de la sesión. Que será extensa, tanto que muy probablemente quedará solapada con la "asunción" de Victoria Villarruel en la Presidencia. En los hechos la titular del Senado se hará cargo del Ejecutivo tras la partida de Milei, quien esa noche viajará a Europa para participar de la reunión del G7.
Volviendo a las formalidades de la sesión, donde el Ejecutivo tiene puestas todas las miradas y las negociaciones, que lleva adelante de manera denodada el Jefe de Gabinete Guillermo Francos, se estableció que a la hora del debate en general cada interbloque tendrá 20 minutos para exponer, 10 por orador y 20 minutos por cierre.
El número de oradores será de 20 senadores por cada orden del día, correspondiendo 10 al interbloque del Frente de Todos y 10 al resto de los bloques políticos.
Para el debate en particular, habrá 5 minutos para quien realiza la propuesta y 10 para los informantes.
La votación en particular se hará por capítulos, a excepción de aquellos temas que generan mayor discrepancias, según consigna el sitio especializado Parlamentario.com.
Esas discrepancias estarán enfocadas, por ejemplo, en la privatización de Aerolíneas Argentinas, las facultades delegadas y el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (Rigi).
Hasta aquí los puntos acordados entre los bloques este lunes por la tarde. Sobre lo que ocurrirá una vez que arranque la sesión, este miércoles a las 10, es difícil anticiparse. Como tampoco es posible saber si, con nuevos cambios y en su regreso a Diputados, los textos serán ratificados tal cual hayan sido votados por la Cámara alta o si se insistirá en los que obtuvieron media sanción el último día de abril.
En todos estos posibles escenarios juega, además, la decisión del radical Martín Lousteau de ir con dictámenes propios, situación que podría habilitar nuevos juegos de adhesiones en el tratamiento en particular.
Ahora bien, con 72 bancas en total, la firme decisión del oficialismo de avanzar en las leyes y una oposición cerrada en su voluntad de rechazarlas, de uno y otro lado se sigue sacando punta al lápiz para hacer cuentas que, por ahora, dan ajustadas. Eso es lo que en la jerga legislativa se llama "poroteo".
El gobierno sabe que para iniciar el debate y aprobar los proyectos se necesitan 37 votos y por el momento, según coinciden medios nacionales, tendría asegurados 35. Por el rechazo suena un número aún no definitivo de 34, compuesto en su mayoría por el interbloque que lideran el formoseño José Mayans y la bonaerense Juliana Di Tullio.
Hay tres nombres que podrían inclinar la balanza hacia uno u otro lado pero aún no se tiene certeza de qué propuesta apoyarán: son el radical Maximiliano Abad y los dos santacruceños, José Carambia y Natalia Gadano.
También se sabe que durante buena parte de la sesión, será Villarruel quien ocupe el sillón de la Presidencia del Senado, aunque no se descarta que al momento de la votación, si la sesión se extiende, tenga que dejar su lugar al presidente provisional Bartolomé Abdala, para hacerse cargo – como se dijo- del Ejecutivo, en reemplazo de Milei.
A pocas horas del inicio de una sesión crucial, es aventurado anticipar qué resultado tendrá el diálogo, la negociación, la seducción a través de acuerdos por obras públicas o como se quiera llamar a las estrategias que viene desplegando el gobierno nacional para seducir voluntades en el Senado.
Lo cierto es que aquel paquete de 664 artículos (que era la ley ómnibus en diciembre) a los 232 que tiene media sanción hay una distancia enorme, aunque sobre temas cruciales, como privatizaciones, facultades delegadas, reforma laboral y Rigi, no está dicha la última palabra.