Este sábado por la mañana, el suboficial Gabriel Sanabria de 26 años, seguía en estado delicado internado en la unidad de terapia intensiva del hospital de emergencias Clemente Álvarez de la ciudad de Rosario, luego de ser sometido a dos operaciones seguidas en el quirófano central de ese nosocomio público. Sus familiares, todos oriundos de la ciudad de San Javier, llegaron a Rosario y están pendientes de su delicado cuadro de salud y evolución. Sanabria fue baleado con al menos ocho impactos en distintas partes del cuerpo con armas de guerra cuando intentó identificar a los ocupantes de un automóvil Peugeot 207 blanco que tenía pedido de secuestro por robo.
Policías de Orden Público y de Cuerpos, después del ataque criminal y a 15 cuadras del lugar a primera hora del viernes, aprehendieron a cinco personas, una mujer de 41 años, dos adolescentes y dos hombres, a los que les fueron secuestradas cuatro armas de guerra y balas, dos pistolas ametralladoras y dos pistolas, las cuatro calibre 9 milímetros, y que por ende son de guerra.
A última hora del viernes, el director del hospital de emergencias Clemente Álvarez de Rosario, Jorge Bitar, dijo que "las lesiones que tiene Sanabria son todas muy graves, particularmente en el abdomen en la vena cava inferior, en el intestino grueso y también en el intestino delgado. Y tiene también otros impactos, en su fémur derecho como en su brazo izquierdo. El paciente seguirá en coma farmacológico e internado en la unidad de terapia intensiva".
El suboficial Gabriel Sanabria y su compañero de la Brigada Motorizada, estuvieron haciendo controles de Prevención Activa con chequeos selectivos de personas y de vehículos en tránsito en Arijón al 400, en el cardinal sur de la ciudad de Rosario. Alrededor de las 2.30, divisaron un automóvil Peugeot 207 blanco e hicieron la consulta sobre su chapa patente a la central de emergencias 911. Cuando llegó la respuesta, el vehículo contaba con pedido de secuestro por robo el 22 de abril en el macrocentro rosarino.
Sanabria quiso dialogar con los ocupantes del automóvil, pero por toda respuesta recibió varias ráfagas de balazos de armas de guerra que lo impactaron en su cuerpo. Su compañero de la Brigada Motorizada, sin perder los reflejos, se tiró al pavimento con su moto para reducir el blanco de ataque, y operó para la central de emergencias 911, le pidió una ambulancia para su compañero y que fuera "en rojo", es decir, lo más urgente que se pudiera. Simultáneamente pidió apoyo operacional para persecución de los agresores.
Policías de Cuerpos y de Orden Público de Rosario y de Gendarmería Nacional se plegaron a una saturación de toda la zona sur, y unas 15 cuadras lograron aprehender a los presuntos autores de la agresión, a los que les secuestraron una mochila con cuatro armas de guerra, dos pistolas ametralladoras y dos pistolas, todas calibre 9 milímetros, que son armas de guerra. Las mismas estaban en buenas condiciones de conservación y de funcionamiento y con evidente olor a pólvora. Los aprehendidos fueron una mujer de 41 años, dos adolescentes de 16 y 17 años, y dos hombres, siendo que uno de ellos recuperó su libertad, en la tarde del viernes.
En la tarde del viernes, pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), durante un recorrido en la misma zona en la que fueron aprehendidos los autores de la tentativa de homicidio del suboficial Sanabria, secuestraron otra pistola calibre 9 milímetros con una bala en la recámara, otras 13 en el almacén del cargador y un cargador.
Informaron la novedad sobre el nuevo secuestro de otras de las armas de guerra secuestrada (la quinta) en la misma investigación a la Jefatura de la Agencia de Investigación Criminal, y éstos hicieron lo propio con el fiscal en turno de Homicidios de la ciudad de Rosario, que ordenó que la pistola calibre 9 milímetros sea sometida a peritajes criminalísticos de rigor, y sea elevado el informe sobre el estado para el cotejo con ojivas y cápsulas servidas para determinar si también se uso en el ataque al suboficial policial Sanabria. Los dos adolescentes de 16 y 17 años siguen privados de su libertad, y a disposición de la justicia de menores de Rosario.
Fuente: UNO Santa Fe