Mientras la Cámara de Diputados debata el DNU presidencial que autoriza el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), militantes de partidos políticos opositores al Gobierno, centrales sindicales, piqueteros y organizaciones de izquierda volverán este miércoles a marchar hacia el Congreso en apoyo a la habitual concentración de jubilados que reclaman por la recomposición de sus haberes, una movilización que se estima más multitudinaria que la que la semana pasada terminó con violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Si bien no está del todo claro si habrá presencia de barras bravas de clubes de fútbol, que coparon la manifestación el miércoles pasado, la Casa Rosada preparó un amplio operativo de seguridad del que trascendieron pocos detalles.
Sí se informó que el Ejecutivo porteño destinará 900 efectivos de la Policía de la Ciudad al operativo planteado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, además de 600 agentes de tránsito para garantizar la circulación en las zonas aledañas al perímetro delimitado por las calles Paraná, Sáenz Peña, Bartolomé Mitre, Ayacucho, Sarandí y Adolfo Alsina.
Este martes, además, se retiraron 350 contenedores de residuos en un área más amplia, que abarca desde Sarmiento hasta Combate de los Pozos y desde Moreno hasta 9 de Julio, además de la Avenida de Mayo entre la 9 de Julio y Plaza de Mayo. La sede del Congreso estará vallada de manera fija, por lo que no habrá circulación vehicular ni de personas en sus proximidades.
La marcha será acompañada, además de La Cámpora, por organizaciones piqueteras como el Polo Obrero, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el Frente Popular Darío Santillán y el Movimiento de Trabajadores Excluidos, entre otras.
También por las dos CTA y diferentes gremios de empleados públicos. En ese sentido, Rodolfo Aguiar, titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), aseguró que los trabajadores que lidera abandonarán sus puestos desde las 12 para concurrir a la movilización frente a la sede parlamentaria.
Por parte del Gobierno, los principales actores a cargo de la seguridad protagonizaron una cumbre para coordinar el operativo que se desplegará en las inmediaciones del Palacio Legislativo. Para eso, Bullrich se reunió con el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, y su segundo, Diego Kravetz, en el despacho que el asesor presidencial Santiago Caputo tiene en el primer piso de la Casa Rosada.
Según trascendió, el operativo de seguridad que se desplegará en las inmediaciones del Congreso será similar al del último miércoles y contará con la participación de 1.000 efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Tras la marcha de la semana pasada, el Gobierno denunció penalmente por los delitos de "sedición", "atentado al orden constitucional" y "asociación ilícita agravada" a sus organizadores, mientras que recusó a la jueza Karina Andrade por su decisión de liberar a los 114 detenidos pocas horas después de los incidentes.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, calificó de "golpe de Estado" a la última movilización, que terminó con varios heridos de ambos lados, entre ellos el fotoperiodista Pablo Grillo, quien pelea por su vida en el hospital Ramos Mejía tras ser alcanzado por un cartucho de gas lacrimógeno lanzado por las fuerzas de seguridad.
Fuente: El Canciller
