El Gobierno reglamentó el primer tramo de la Ley Bases en busca de la reorganización de la administración centralizada y descentralizada. Pasaron ocho meses desde la asunción presidencial de Javier Milei; mas de seis meses demoró el debate y votación de la Ley Bases y el paquete fiscal y ahora esa norma llevaba un mes sancionada sin que se conociera la reglamentación. A pesar de toda esa demora, el Gobierno solo avanzó ahora de forma parcial en la aplicación de la ley, algo extraño tomando en cuenta que durante todos estos meses hubo tiempo de sobra en preparar la reglamentación de lo que se supone, y tal como expresó el presidente en varias ocasiones, será la columna central de la reforma del Estado que anunció el Gobierno.
En el medio hubo ruidos que pueden explicar, pero no la justifican esa demora. Buena parte de la reforma que se lanzó hoy quedará en cabeza de Federico Sturzenneger que asumió en su nuevo ministerio recién cuando se terminó de negociar en que condiciones repartiría potestades con "Toto" Caputo. En casi todos los casos las demoras, entonces, tuvieron que ver con internas.
En primer lugar el decreto publicado hoy avanza con la reforma y eliminación de los fondos fiduciarios, uno de los temas centrales que Javier Milei denunció, inclusive, desde la campaña presidencial. Esos fiduciarios son, en casi todos los casos, cajas paralelas a la contabilidad central del Estado, que se utilizaron para ejecutar programas con fondos públicos casi sin control.
En ese sentido, el Anexo 1 del decreto reglamentario que se publica hoy en el Boletín Oficial establece que el “MINISTERIO DE ECONOMÍA propondrá al PODER EJECUTIVO NACIONAL, según corresponda, la modificación, transformación, unificación, liquidación o disolución de los fondos fiduciarios públicos”.
Es decir, hablita directamente al ministerio de Luis “Toto” Caputo a avanzar en el cierre y liquidación de los fiduciarios que vienen siendo investigados en Economía desde el inicio de la gestión