El presidente Alberto Fernández propuso un curioso planteo, “un cambio de deuda por clima” para “vincular a los procesos de pago de deuda con la acción climática”, en momentos en que la Argentina delibera por la reestructuración del préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hizo estas declaraciones al participar de manera virtual de la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
El mandatario sostuvo que debe haber “una arquitectura para el financiamiento de cambio climático, con planes de pago por servicios ambientales”. Pidió promover “financiamiento para la preservación de ambientes naturales que impulsen mecanismos de pago por servicios ecosistémicos”.
Además habló del “posicionamiento de concepto de deuda ambiental” y planteó “un canje de deuda por clima”, que consideró que “debería ser un mecanismo capaz de vincular procesos de pago de deuda con acción climática”. Sostuvo que debe haber una “arquitectura hacia un financiamiento climático” y destacó la necesidad de “mecanismos financieros innovadores para fomentar el desarrollo sostenible”.
Expresó que debe haber una reestructuración de la “arquitectura financiera” mundial que tenga en cuenta a los países de ingresos medios que concentran altos índices de pobreza. Sostuvo que hacen falta “medidas financieras más ambiciosas”, además de “nuevos horizontes de pago y tasas más flexibles” para países como la Argentina.
Respecto de la crisis económica global que significó la pandemia advirtió afirmó que “los países de renta media deben ser considerados prioritarios al momento de la asignación de recursos financieros”. Manifestó que “una recuperación que no incluya a los países emergentes y de renta media no merece llamarse” como tal.
“Las vacunas no se distribuyeron de forma equitativa”
Se refirió además a las dificultades para conseguir vacunas contra el coronavirus y planteó que las inmunizaciones “no se distribuyeron de forma equitativa”. Calificó como valiosa la iniciativa del Fondo Global de Acceso a las Vacunas contra la Covid-19 (Covax) por el que el país recibe dosis pero consideró que es “claramente insuficiente y debe ser potenciada”.
Habló de una “arquitectura para la justicia social de las vacunas” y dijo que la Organización Mundial de Comercio (OMC) debería trabajar “en un sistema que, reconociendo las patentes, promueva un sistema de concesión de licencias que garantice la oferta global” de inmunizaciones.
Expresó que este organismo debe garantizar “la oferta global de vacunas, en base a una cadena productiva que maximice la capacidad de producción del planeta y la integre eficazmente para alcanzar una inmunidad global y un sistema de control de futuras pandemias”.
Dijo además que deben ser capaces de “diseñar un verdadero tratado internacional sobre pandemias que complemente la actual normativa sanitaria y refuerce el rol de la Organización Mundial de la Salud”.
