El sábado 19 de febrero se activó formalmente el Sistema Federal de Manejo del Fuego y el domingo partieron 41 personas de la Brigada de Atención y Prevención de Emergencias (Bape), entre las que se encuentra personal técnico, operativo y logística, para colaborar con brigadistas de todo el país en la lucha contra los incendios del noreste argentino.
El jefe de Operaciones de Protección Civil y Gestión de Riesgos de la Provincia de Santa Fe, Francisco Díaz, quien está a cargo del comando en Misiones, habló sobre las primeras horas del operativo.
“Durante el camino hemos tenido algunos cambios de ruta obviamente por la demanda y el requerimiento que hay en distintos lugares”, comenzó su relato. “En principio íbamos a ir Apóstoles (provincia de Misiones) y luego nos íbamos a acoplar al equipo de Entre Ríos; pero por circunstancias de incendios y de falta respuesta de recursos de este sector derivamos en la localidad de Caraguatay. Estamos sobre el centro oeste de la provincia, prácticamente enfrente a Asunción”.
El Jefe de Operaciones contó que, como viajaban cargados de agua, pudieron realizar ataques rápidos en algunos lugares donde el fuego estaba muy cerca de la ruta y el humo dificultaba el tránsito. “Como provincia, cada vez que vamos a colaborar fuera de nuestras jurisdicciones también salimos con autonomía mínima de 72 horas. Como entendemos que en el lugar a donde vamos están realmente saturados y por eso es que vamos a colaborar, venimos preparados para que en 72 horas como mínimo no tengamos que estar necesitando nada”.
“Estamos trabajando como si estuviéramos en casa, a cargo de la coordinación de este comando. Además de que tenemos autobombas forestales, vehículos de ataque rápido y camionetas 4×4 para hacer inducción a distintos tipo de terrenos, tenemos a disposición helicópteros para transporte personal y/o helibalde, y aviones hidrantes que están en Apóstoles”, comentó.
Los brigadistas santafesinos están alojados en una escuela rural de esa localidad, donde los estudiantes son pupilos. Como aún están de vacaciones, el equipo santafesino fue asignado a un ala de habitaciones y pueden utilizar las instalaciones de la escuela para cocinar.
“La metodología de trabajo es la misma que en Santa Fe, por eso nos han convocado y dejado a cargo de un comando”, detalló Díaz. “Lo que sí cambia es la dinámica en cuanto la topografía y las técnicas a realizar de los brigadistas: no es lo mismo trabajar en la isla que trabajar en un cerro, en pendiente, o dentro de la selva, pero en cuanto a la dinámica de trabajo, la planificación del día es exactamente la misma”.
La jornada comienza temprano a la mañana con un control de salud a cada miembro del equipo mientras el equipo técnico verifica los eventos de la noche, si queda algún requerimiento en la región que no se haya visto, y se planifican las actividades. Durante el día se va monitoreando todo el trabajo y por la tarde se hace el repliegue al comando de operaciones, con una última evaluación.
“Cuando lo hacemos en casa parece que no se toma el mismo valor que cuando uno está en este tipo situaciones pero en realidad el trabajo es exactamente el mismo”, dijo el experto.
En el sector donde se encuentran los bomberos santafesinos estuvo lloviendo, y aunque no es suficiente para apagar el fuego, algo ayuda. “Hemos tenido llovizna la madrugada del primer día y por la tardecita de hecho tuvimos que replegar los equipos de trabajo porque había entrado una tormenta”.
“En una zona tropical las tormentas se arman rápido, tienen un desarrollo muy cortito y se termina. Por ahí son algunas lluvias muy engañadoras. La cantidad de agua es poca, en ninguno de los casos ha superado los 5 mm”, explicó Díaz.
Sin embargo, el jefe del comando se mostró positivo: “El agua que cae y el nivel alto de humedad nos hace mejores condiciones de trabajo en cuanto al comportamiento del fuego, que es lo importante”.
Fuente: UNO Santa Fe