Comienza la cuarta semana del debate oral contra los siete profesionales de la salud imputados por su responsabilidad en el fallecimiento del astro argentino.
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona continuará hoy con una instancia clave para dirimir la responsabilidad de los siete profesionales de la salud imputados: la autopsia.
Luego de que la semana pasada declarara el médico forense que analizó el cuerpo del Diez ese mismo 25 de noviembre de 2020 en que falleció, este martes los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro escucharán a los peritos que hicieron los estudios complementarios.
Según se supo, los testigos citados por los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren son los dos profesionales que estuvieron al frente de los estudios histopatológicos de los restos de Maradona.
También declararán los dos peritos que se encargaron de los análisis toxicológicos. Fueron quienes determinaron qué sustancias había ingerido en las horas previas a la muerte.
En el informe toxicológico que figura en el expediente, si bien se descartó la presencia de alcohol y drogas, la prueba dio positivo en varios medicamentos: venlafaxina (antidepresivo), quetiapina (antipsicótico utilizado para tratar desórdenes bipolares), levetiracetam (empleado en convulsiones), y naltrexona (recetado para tratamientos por abstinencia de sustancias). Además, se halló metoclopramida (usado para aliviar náuseas y vómitos) y ranitidina.
Luego de que la Fiscalía comenzara el juicio plantando una noción más acabada de cómo estaba la casa donde Maradona fue sometido a una internación domiciliaria, la pata médica es la segunda etapa que afronta la acusación: cómo estaba el cuerpo del 10.
La idea es tener una noción bien acabada de lo que es el informe final de la autopsia que presentaron los médicos encargados de develar por qué y cómo murió Maradona en el marco de la causa donde se acusa a los profesionales de la salud de haberlo dejado morir.
Hay que recordar que el equipo de forenses de la morgue de San Fernando concluyó que Maradona falleció producto de una insuficiencia cardíaca que le generó un edema agudo de pulmón y derivó en una muerte súbita, mientras cursaba una internación domiciliaria en su casa en el barrio San Andrés de Tigre.
En las jornadas que pasaron, los fiscales Ferrari e Iribarren ya mostraron que las condiciones en las que murió Diego fueron casi indignas. Estaba en una casa inadecuada para sus limitaciones físicas, no tenía los cuidados que requería por su delicado estado de salud y, sobre todo, nadie alertó que se estaba muriendo: según expusieron los testigos, Maradona tuvo una larga agonía antes de que su corazón dejara de latir y no fue advertida.
“Por los datos que tuvimos, él no habría tenido controles por lo menos a partir de las 00:30 del 25 de noviembre”, aseguró Carlos Mauricio Cassinelli, quien le realizó la autopsia al Diez junto a otros cuatro forenses.
También declararon que la mayoría de sus órganos tenían una gran cantidad de agua en su interior y dijeron que este cuadro pudo haber desencadenado el paro. Asimismo, remarcaron que la situación pudo haberse revertido si un profesional lo notaba a tiempo.
Para la Fiscalía y los abogados querellantes, la teoría de que Maradona fue condenado a morir se está probando. En las primeras tres semanas del juicio, demostraron, entre otras cosas, que la vivienda de San Andrés elegida para la internación domiciliaria era de difícil acceso ante una emergencia y que no tenía aparatología médica para reanimarlo en caso de una descompensación como la que ocurrió.
No obstante, para los defensores de los siete imputados en la causa, que son juzgados por homicidio simple con dolo eventual, las pruebas por ahora no comprometen a sus clientes y hasta consideran que los favorecen.
En el banquillo de los acusados están imputados por el delito homicidio simple con dolo eventual, la psiquiatra Agustina Cosachov y el neurocirujano Leopoldo Luque, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Omar Almirón, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna, la médica coordinadora Nancy Forlini y el responsable del equipo de enfermería Mariano Perroni.