Ante las temperaturas elevadas que se registran durante estos días, la Municipalidad de Santa Fe brinda recomendaciones sobre cómo prevenir el golpe de calor. A modo preventivo, la Dirección de Salud municipal recuerda la importancia de no exponerse al sol directo durante las 10 y las 16, ni de manera prolongada. Además, es menester usar ropa clara y liviana, colocarse protector, permanecer en espacios ventilados o acondicionados y, sobre todo, evitar hacer ejercicio en la hora pico: es totalmente desaconsejable hacer actividad física con una temperatura superior a los 30 grados.
En ese sentido, César Pauloni, director de Salud del municipio, indicó que tanto el agotamiento por las altas temperaturas como el denominado golpe de calor “están relacionados entre sí, son trastornos que se dan cuando aumenta la temperatura corporal ya sea por la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad (características muy frecuentes en nuestra zona) o cuando se hace esfuerzo físico intenso en el contexto de altas temperaturas”.
En esa línea, las situaciones mencionadas “llevan a que el cuerpo tenga dificultad para regular su temperatura. La forma más grave de la lesión por golpe de calor es cuando la temperatura alcanza los 40 grados o más. Las mujeres embarazadas, los bebés, los niños pequeños y las personas mayores de 65 años suelen ser los más afectados por los golpes de calor en el verano”, advirtió Pauloni.
Detectar síntomas
El agotamiento por altas temperaturas, que es el estadio previo al golpe de calor, se puede reconocer por una sudoración excesiva. Sed intensa o sequedad de las mucosas, calambres musculares, debilidad y cansancio. Los dolores en la zona abdominal y la falta de apetito son otros de los síntomas que hay que tener en cuenta, como así también las náuseas, vómitos o dolores de cabeza.
En el caso de los bebés, se puede detectar por la piel muy irritada o sudor abundante en el cuello, las axilas y el pecho. También se puede evidenciar por la piel pálida y fresca o la irritabilidad plasmada en el llanto incontrolable.
Cuando se da un cuadro caso del golpe de calor se puede observar la piel roja, caliente y seca. Por otro lado, la respiración y la frecuencia cardíaca se aceleran. También se puede observar un dolor de cabeza intenso, sensación de mareo, náuseas, vómitos.
Prevenir
Para evitar el golpe de calor es indispensable cuidar la alimentación y la hidratación. En el caso de los lactantes se aconseja amamantar con mayor frecuencia y en el caso de los niños pequeños y los adultos mayores, hay que ofrecer constantemente agua potable, jugos naturales. En tanto, se desaconseja la ingesta de gaseosas, bebidas con cafeína o alto contenido en azúcares. Tampoco se aconsejan las comidas con alto valor calórico. El consumo de bebidas alcohólicas también está desaconsejado. Otra acción que hay que evitar es dejar a los niños en habitáculos sin ventilación, como por ejemplo el interior de un auto.
Cómo reaccionar
Ante la situación de un golpe de calor, a la persona se la debe posicionar boca arriba, en un sitio fresco, a la sombra y bien ventilado, así como también, quitarle la ropa que no necesite y aflojar la que le oprime. También puede ayudar colocar compresas de agua fría en la cabeza, la cara, el cuello, la nuca y el pecho, e ir cambiándolas a medida que se calienten.
En caso de que esté consciente, se le deben ofrecer líquidos como agua segura, de rehidratación oral o bebidas isotónicas. Si está en estado de inconsciencia, es necesario activar de inmediato el sistema de emergencias sanitarias.