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viernes, 22 noviembre 2024

El hijo de un conocido empresario santafesino fue detenido por robo de motos

La policía lo agarró "con las manos en la masa" junto a otro delincuente. Ambos jóvenes firmaron juicios abreviados por ese y otros hechos similares.

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Salieron en moto en busca de algún vehículo para robar, forzaron la traba de una Gilera Smash estacionada en el centro de la ciudad de Santa Fe y cuando se la estaban llevando fueron divisados por la policía. Los dos muchachos, de 23 y 19 años, terminaron tras las rejas y firmaron juicios abreviados.

El fiscal Arturo Haidar estuvo al frente de la causa iniciada contra Francisco Octavio Aguilar y Uriel Maximiliano Dolinsky, a quienes atribuyó la "tentativa de robo calificado por tratarse de vehículo dejado en la vía pública" ocurrida el martes 19 de abril. Al mayor le sumó tres hechos más y al menor, hijo de un conocido empresario maderero que actualmente cumple condena por abuso sexual infantil, le imputó un segundo delito.

El sábado, ante la jueza Rosana Carrara, el fiscal y el abogado defensor Ignacio Alfonso Garrone presentaron los juicios abreviados. Dolinsky aceptó una condena a 2 años de prisión en suspenso, tras lo cual recuperó su libertad, mientras que Aguilar -que ya contaba con una condena previa- aceptó la pena unificada de 4 años de prisión efectiva.

Modus operandi

Un llamado a la Central de Emergencias 911 alertó sobre una situación sospechosa: dos muchachos circulaban por Intendente Irigoyen y llevaban a tiro una Gilera Smash azul. Cuando el patrullero comisionado llegó al lugar y divisó a Aguilar y Dolinsky, estos se encontraban subiendo por la autopista, en dirección al barrio Varadero Sarsotti.

Fueron aprehendidos frente a Cilsa, tras lo cual se supo que momentos antes habían forzado el tambor de encendido del vehículo que acarreaban, el cual estaba estacionado en la intersección de Juan de Garay y Cruz Roja Argentina, para luego amarrarlo y trasladarlo con ayuda de la Corven 110cc en la que habían arribado al lugar. Ambas motos fueron secuestradas.

Cuando Dolinsky llegó a audiencia imputativa, también se le endilgó un hecho del 14 de enero de este año, cuyo modus operandi fue similar al de abril. Tras forzar el traba volante de una Honda Wave negra estacionada en la dársena de un supermercado (en Dr. Zavalla casi intersección con Avenida General López), se dio a la fuga a bordo del vehículo. Cuando la dueña salió del comercio y no encontró su moto, dio aviso a la policía, pero ya era demasiado tarde. Dolinsky había desaparecido. Radicó la denuncia y lo reconoció en un video de las cámaras de seguridad del lugar, por lo que cuando fue detenido en abril también se le pudo imputar este "robo agravado".

Con una ganzúa

En cuanto a Aguilar, se le sumaron tres delitos más: uno del 22 de febrero de este año, y dos de 2020. El más reciente sucedió en horas del mediodía, cuando el ladrón circulaba junto a un hombre aún no identificado a bordo de una moto Yamaha 125cc. Sobre la vereda de Marcial Candioti al 3300 avistaron una Honda Biz 125cc. y decidieron llevársela. Para esto, el cómplice de Aguilar descendió de la Yamaha y le dio arranque a la moto estacionada, utilizando una ganzúa, tras lo cual se subió a bordo y ambos se dieron a la fuga. Las cámaras de seguridad registraron lo ocurrido.

En cuanto a los hechos de 2020, el primero data del 31 de julio a las 10 de la mañana. Junto a un compañero, "y conforme acuerdo previo y distribución de funciones entre ambos", intentaron llevarse una Honda Biz 125cc. negra que estaba estacionada en inmediaciones de calle San Lorenzo al 3000. No lograron su cometido debido a que el dueño apareció repentinamente en el lugar, por lo que debieron darse a la fuga con las manos vacías.

Seis meses después, el 12 de diciembre a las 22, Aguilar recibió una motocicleta marca Guerrero de 150cc. a sabiendas de su procedencia ilícita. Esto, en la intersección de las calles Islas Malvinas y Rodríguez Peña, tan sólo momentos después de que el vehículo fuera robado en Av. Freyre y J.J. Paso. Por estos hechos, se le atribuyeron los delitos de "robo calificado", "tentativa de hurto calificado" y "encubrimiento". Debido a que el muchacho de 23 años cuenta con una condena anterior, al momento de firmar el juicio abreviado la pena acordada fue de 4 años de prisión efectiva, ya que el monto se unificó con el de las sentencia previa.

Fuente: El Litoral

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