En una audiencia de dos horas se confirmó la prisión preventiva para Pablo Flatt de 18 años por el femicidio de Liliana Sala ocurrido el 20 de diciembre de 2021 en Sauce Viejo. La medida la otorgó el juez José Luis García Troiano después de la presentación de evidencias que hizo la fiscal Alejandra Del Río Ayala. Por los delitos, el imputado eventualmente enfrentará una pena de cadena perpetua.
"Estamos viviendo algo inhumano, impensado", dijo el hijo de Sala frente al juez en el inicio de la audiencia. El hombre pidió "la mayor condena posible, aunque eso no va a remediar nunca el daño que nos hizo". Además agradeció el trabajo de la brigada de femicidios, de la policía y de la fiscalía.
La fiscal señaló a Pablo Flatt como "responsable de la muerte de Liliana Sala" y describió que la golpeó "salvajemente" hasta que uno de esos impactos le provocó la muerte. Relató que la víctima tenía 13 puntadas con la que la habría hecho retroceder producidos probablemente con un cuchillo, varios golpes en la cara y un golpe con una barra de hierro en el cráneo.
En cuanto al vínculo entre Sala y Flatt, la funcionaria dijo que pudo establecer a través de varias entrevistas que había una relación de vecindad y de trabajo entre ella y la familia del joven. El padre, la madre y varios hermanos del detenido realizaron todo tipo de trabajos de mantenimiento y construcción en su casa durante años. Era tal la confianza, que la mujer les dejaba el portón abierto para que trabajen. Hasta tenían un juego de llaves de la casa, y en general les avisaba cuando estaría en esa casa que era una quinta de fin de semana.
En la madrugada del 20 de diciembre, el acusado manejó la camioneta Jeep Renegade de Sala por Sauce Viejo, Santo Tomé y Santa Fe. Quedó registrado en varias cámaras de la policía y viales. En un momento, después de manejar en zig zag y a gran velocidad, pinchó una rueda. En el intento de querer arreglarla habló con varias personas que luego ofrecieron describirlo para que se realicen identikits que Del Río Ayala mostró en la audiencia y tenían parecido. La prueba principal que presentó la fiscal fue la de una imagen que capturó una cámara de una estación de servicio Puma, donde el imputado se bajó del vehículo y se lo ve de frente.
Además, hay varios testigos que describieron una remera negra con un dibujo de un ave fénix y letras rojas, que fue secuestrada durante un allanamiento en la casa de Flatt. Hay dos personas que hablaron con él en el transcurso de su trayecto en camioneta que lo identificaron en ruedas de reconocimiento. Otro testigo relató que el Jeep Renegade colisionó con su auto y escapó. El hombre lo persiguió por Circunvalación, lo cerró y le exigió que le brinde datos para hacer el reclamo en el seguro. El conductor, al que reconoció luego como Pablo Flatt en el proceso de investigación, le tiró por la ventanilla la tarjeta verde del auto y se fue.
El Jeep fue hallado minutos más tarde en Circunvalación a la altura del relleno sanitario, sin conductor, después de una llamada al 911. Cuando la policía revisó el vehículo encontraron un cubrecama con sangre y la barra de hierro con sangre. También se tomó como prueba huellas dactilares, cabellos, entre otros elementos que son analizados en laboratorio en este momento. La fiscal también expuso que se intervinieron 12 líneas de teléfono del grupo familiar de Flatt. Dijo que había llamadas a dos de sus hermanos entre las 5.19 y las 5.45, que hacen suponer que podrían tener conocimiento de los hechos. También se analiza una llamada que habría hecho el imputado al 107 para, probablemente, dar aviso del cuerpo.
Entre los datos que reveló la fiscal en la audiencia sobre la autopsia, detalló que Sala podría haber sido víctima de un ataque sexual porque se encontró material biológico en su cuerpo. En los exámenes realizados no se pudo establecer si fue consentido o no, o ni siquiera si ocurrió cuando estaba viva. También tenía signos de estrangulamiento. Por el día a día que llevaba la mujer, sumado a los relatos de sus amigas íntimas y su familia, la hipótesis más fuerte es que no hubo voluntad alguna de su parte para una relación sexual en ese lapso temporal de la madrugada del 20 de diciembre. La muestra de ese material fue sometido a análisis y será determinante su resultado sobre el grado de responsabilidad de Pablo Flatt. Podría estar a mediados de febrero.
En relación al motivo del ingreso de la vivienda, Del Río Ayala dijo que durante la jornada de las elecciones en noviembre la mujer les contó a sus hijos que desapareció de su pieza un televisor de 32 pulgadas. Al revisar el lugar no encontraron ninguna entrada forzada. A las semanas, le robaron luces del sector externo de la casa. De estos robos no hizo denuncias. Sala, según describieron sus allegados, se levantaba cerca de las cinco de la mañana para ir a trabajar. Pasaba más tiempo en su casa del centro de la ciudad. La sospecha es que entró, o entraron, sin saber que ella estaba dentro.
Por su parte, la abogada pública del imputado, Sonia Bustos, reclamó ante el juez que no se puede establecer la presencia de su defendido en la escena del crimen, por lo tanto no se puede acreditar su autoría. También dio a entender que podría haber terceros involucrados. Describió que Flatt no tiene una buena relación con los padres ya que lo echaron recientemente de la casa y que nunca trabajó en la quinta de Sala. Al mismo tiempo, ofreció como medida alternativa a la prisión preventiva que sean los padres de Pablo Flatt los que tengan la guarda del joven en la casa de ellos. El juez García Troiano fue contundente en rechazar esta propuesta.
Luego que el juez le otorgó la prisión preventiva, el imputado alzó la voz para decirle a García Troiano que no tienen pruebas para decir que él estuvo en la casa "ni que la violé". Luego, se retiró con la custodia policial. De acuerdo a lo que pudo conocer este medio por fuentes judiciales, al ser detenido el 30 de diciembre, Pablo Flatt dijo espontáneamente a la policía que a la camioneta se la había encontrado abierta con la llave puesta cerca de Santo Tomé y que por eso la manejó.
Por último, Del Río Ayala dijo que "no tengo elementos que permitan suponer que hubo más personas en el lugar del hecho, pero tampoco tengo elementos para descartarlo". En referencia a la posibilidad planteada a que haya más involucrados en el femicidio. "La investigación continúa, esta es una primera instancia", concluyó.
Fuente: UNO Santa Fe