El jefe del grupo de vendedores de algodón de azúcar conocido como “los copitos”, Gabriel Carrizo, insistió en que los chats hallados en su teléfono en los que se adjudica participación en el intento de homicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner fueron “bromas” dirigidas a conocidos que tenían militancia kirchnerista. Ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, Carrizo declaró hoy durante unas cuatro horas, en una ampliación de indagatoria a raíz de la aparición de nuevos chats.
Se trata de una serie de mensajes situados temporalmente en la madrugada posterior al intento de magnicidio y los días subsiguientes, en los que se ufanó de haber planificado el ataque y vaticinó que la vicepresidenta “ya está muerta”. Carrizo fue trasladado esta madrugada a los tribunales de Comodoro Py desde el penal de Marcos Paz y en la indagatoria explicó los chats.
En ese sentido, refirió que fueron provocaciones dirigidas a personas que integraban un grupo de Whatsapp conocido como “Los Girosos”, a quienes les reconocía simpatías o afinidades con el kirchnerismo. Su abogado, Gastón Marano, relató que Carrizo declaró que envió esos mensajes “porque sabía que los que los iban a recibir iban a reaccionar”, a raíz de su pertenencia política.
Marano insistió en que el procesamiento que pesa contra Carrizo fue “apresurado” y que el imputado deberá esperar a la realización del juicio oral y público “para que quede claro que es inocente”. A fines del año pasado la Cámara Federal le ordenó a Capuchetti que vuelva a convocar a Carrizo a indagatoria, para informarle sobre el hallazgo de nuevos chats de Whatsapp en su teléfono.
“Nos encontramos aquí frente a elementos de prueba novedosos, que fueron incorporados -como tales- con posterioridad a la recepción de la declaración indagatoria de los imputados”, dijo la Cámara al ordenar la ampliación de la declaración. La ampliación de indagatoria celebrada hoy debió haberse realizado, en rigor, a principios de enero, pero se pospuso en dos oportunidades en el contexto de la feria judicial.
Sobre el final de la declaración, Carrizo aceptó responder preguntas que le formuló el fiscal Rívolo, además de las de su propio defensor. Por razones procesales, la querella –que representa a Cristina Kirchner- no puede preguntar, ni siquiera estar presente, durante la indagatoria.
Fuente: NA