En el inicio del día 20 de hospitalización del papa Francisco, el Vaticano reportó este miércoles que "descansó bien durante la noche" y su estado de salud se mantiene "estable", tras haber superado dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda que sufrió el último lunes en el Policlínico Gemelli de Roma, donde se encuentra internado desde el 14 de febrero. Por la tarde, ratificó que Jorge Bergoglio "no sufrió ningún episodio de insuficiencia respiratoria" y que su estado sigue siendo "reservado".
La oficina de prensa de la Santa Sede notificó que, a pesar de la mejoría, el Sumo Pontífice continúa recibiendo oxígeno de alto flujo y retomó durante la noche la ventilación mecánica no invasiva. En la tarde del martes había señalado que no presentaba fiebre y que estaba consciente y orientado, colaborando con las terapias. Con todo, el pronóstico sigue siendo reservado.
Por la mañana, desde la Santa Sede habían manifestado que Francisco durmió "toda la noche" y amaneció "estable", aunque su estado de salud seguía siendo "complejo" , por lo que aún no estaba "fuera de peligro".
El pasado lunes, la máxima autoridad de la Iglesia católica sufrió "dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda", que habían sido "causados por una importante acumulación de moco endobronquial y consiguiente broncoespasmo".
Las autoridades vaticanas expresaron en esa oportunidad que la mucosidad había sido aspirada en ambas ocasiones y que la acumulación había sido consecuencia de la neumonía bilateral que cursa el pontífice.
Además, se había indicado: "Las dos crisis se produjeron por la reacción de los bronquios intentando expulsar el moco que se acumula para eliminar las bacterias". Esos episodios se sumaron a los del pasado 22 de febrero -relacionado con su asma- , y el 29, causado por un broncoespasmo que derivó en vómitos.
Los médicos habían comunicado también que no cambiaron los valores de los análisis de sangre -es decir no se reveló leucocitosis- por lo que se descartó una nueva infección.
Dado que se reanudó la ventilación mecánica no invasiva, se advirtió que "el pronóstico sigue siendo reservado" ya que "el cuadro del estado del Papa es complejo" pese a que "Francisco permanece siempre vigilante".
Con 88 años, fue ingresado el 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana, a la que posteriormente se sumó la neumonía.
Aguardando su primera aparición pública y el regreso a la vida normal, fieles de todo el mundo siguen reuniéndose a las puertas del hospital. Mientras tanto, en la Plaza San Pedro se mantienen las oraciones y el Vaticano anunció que el 9 de marzo próximo (domingo de Cuaresma) iniciarán los Ejercicios Espirituales, a los que están invitados los miembros de la Curia romana, en "comunión espiritual con el Santo Padre".
Se trata de la cuarta hospitalización de Francisco desde 2021, pero es la más prolongada hasta el momento, por lo que ha crecido la preocupación sobre su condición, que se ha debilitado en los últimos años por una serie de cirugías en el colon y el abdomen, además de su dificultad para caminar por un problema en la rodilla.
Fuente: El Canciller
