El actual presidente de Brasil Jair Bolsonaro, y el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva participaron ambos este sábado de concentraciones en las calles de la ciudad de San Pablo, la mayor del país, en las que movilizaron a sus seguidores para el cierre de campaña y con las que buscan atraer a los que aún están indecisos para las elecciones de este domingo.
Bolsonaro encabezó una caravana en moto en la zona norte de San Pablo junto a los candidatos locales a diputados y al empresario Luciano Hang, el magnate dueño de las tiendas de productos importados Havan, investigado por el Supremo Tribunal Federal por participar de una conspiración para no reconocer los resultados de las elecciones en un chat con otros empresarios.
"Hay muchas manifestaciones en todo Brasil de autos, motos, de diversos sectores de la sociedad. Es imposible que no tengamos al menos el 60% de los votos. Espero que así sea", señaló el actual presidente durante el paseo por San Pablo, en el cual no usó casco, mientras varios de sus seguidores cubrieron las placas de sus motos, algo penado por la ley de tránsito.
Entre banderas de Brasil, el postulante a la reelección también se mostró confiado en el triunfo y lideró la larga fila de seguidores que lo acompañaron en su clausura de campaña. El presidente votará en Río de Janeiro y luego esperará los resultados en Brasilia junto a su familia.
Según las últimas encuestas, Lula estaría en condiciones de ganar en primera vuelta, al obtener 50% de los votos válidos, contra 36% de Bolsonaro.
La votación comenzará a las 8 este domingo y finalizará a las 17. Los primeros resultados se esperan para las 19, ya que se trata de una elección con sufragio electrónico y eso simplifica el conteo. Brasil decide.
Lula, en cambio, prefirió participar de una caminata con la militancia en la Avenida Paulista, principal arteria de San Pablo, en la que saludó a la multitud desde arriba de una camioneta. "Primera vuelta, primera vuelta", cantaban los militantes del frente opositor, que aspiran a evitar un balotaje en las elecciones.
El dos veces presidente estuvo junto al candidato a gobernador de San Pablo de su alianza, Fernando Haddad, y su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, con quienes -a bordo de un automóvil- encabezó una caravana multitudinaria que los siguió pie.
La actividad estaba pautada para las 10, pero entre el retraso de la llegada de Lula y la fuerte lluvia que cayó sobre esta ciudad cerca del mediodía, la recorrida recién comenzó pasadas las 13.
Con remera y saco gris, el candidato del PT se mostró sonriente y tranquilo. Saludó a los presentes con entusiasmo y hasta se animó a dibujar un corazón con sus dos manos en varias oportunidades, a modo de agradecimiento a sus seguidores.
Fuente: El Litoral