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Las lluvias se hacen desear y complican la siembra de girasol y maíz en Santa Fe

La situación genera incertidumbre entre los productores quienes prevén cubrir una superficie similar a la del año pasado en esos cultivos.

La falta de lluvias y la consiguiente falta de agua útil paralizó esta semana la siembra de girasol y maíz temprano en casi todo el centro y norte de Santa Fe, situación que genera incertidumbre a los productores que prevén cubrir una superficie similar a la del año pasado en esos cultivos, informaron hoy voceros del sector.

El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción y la Bolsa de Comercio de Santa Fe indica que "el proceso de siembra del girasol y del maíz temprano tuvo escaso a nulo avance, sólo muy puntualmente en las áreas beneficiadas por las lluvias irregulares, de los departamentos del norte y este santafesino".

En el resto del área "la tarea siguió detenida ante la nula disponibilidad de agua útil en el horizonte superficial, situación que afectó a las cuencas lecheras, donde con el transcurso de los días el corrimiento de las fechas de siembra generó incertidumbre, interrogantes y nuevas estrategias o alternativas en la planificación productiva".

"Para la campaña de maíz temprano 2023-24 la intención de siembra sería similar a la del año anterior, que cubrió 95.000 hectáreas, siempre condicionada a factores climáticos y de logística", añade el trabajo. En cuando al trigo, el 75% de las plantaciones se encontraron en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes, un 20% regular y un 5% de regular a malo.

La variación porcentual semanal de las etapas fenológicas, reveló la realidad climática de las semanas anteriores en toda el área de estudio donde se detectaron dos zonas bien diferenciadas.

Por un lado, en el norte y este del área de estudio los sembradíos prosiguieron el normal desarrollo de las etapas fenológicas, propias en cada parcela de preemergencia floral o floración, sin inconvenientes y con bajos impactos por déficit hídrico.

En cambio, en el resto de la superficie las escasas a nulas lluvias consolidaron los indicadores que se habían observado anteriormente en los cultivares, es decir, plantas con diferente coloración en las hojas, escasa altura, variado volumen de macollaje, poco desarrollo de las estructuras de las plantas, todo por la ausencia de agua útil en los suelos.

Con información de UNO Santa Fe

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