Esta mañana en la esquina de San Jerónimo y Moreno se dio una situación muy particular con cuatro choferes de remises, mientras los inspectores municipales realizaban controles de alcoholemia a conductores.
En el cual todos ellos dieron positivo al realizarles la prueba de alcoholemia.
Por el otro lado los choferes negaban de manera rotunda haber consumido alcohol, e incluso uno de ellos presentó una constancia que acreditaba su situación como paciente de riesgo y que no podía consumir este tipo de bebida.
Ante este tipo de situación, les llamó la atención que algo no era normal, porque al realizar una quinta y sexta prueba con otras personas y también los resultados fueron positivos, en ese momento surgió la posibilidad de que la complicación estuviera en el alcoholímetro, cómo terminado siendo.
Luego de este detalle los oficiales pidieron las disculpas correspondientes y dieron libertad a los retenidos.