La decisión ya fue comunicada a muchos de los trabajadores mediante mensajes de WhatsApp. Elste nuevo capítulo del conflicto laboral se inició formalmente a las 20 horas de este viernes. Tiene como objetivo reclamar por los salarios adeudados por la empresa, si bien SanCor manifestó el martes pasado en la última audiencia mantenida en la Secretaria de Trabajo de la Nación que seguiría actualizando el pago de forma ordenada y que al próximo 20 de febrero ese pasivo estaría todo regularizado.
El sindicato, de todos modos, decidió no aceptar la conciliación voluntaria que proponía esa área de gobierno. De esta manera, el gremio Atilra definió continuar adelante con su plan de lucha, que se parece mucho a un plan para fundir SanCor. El sindicato liderado por Héctor Ponce ya había manifestado su apoyo a un fideicomiso que tomara el control de la cooperativa, pero ese proyecto fracasó a fines de 2023, porque no apareció el dinero necesario. Ahora su estrategia sería que la empresa láctea deba pedir su propia quiebra, para dar paso luego a una compra posterior, y por mucho menos valor, a un grupo de empresarios que está detrás de esta intención.
El paro anunciado por los delegados será de 6 horas por turno de trabajo. El gremio no alude a un esquema de asambleas como para paralizar la actividad en las diferentes plantas de la empresa, la estrategia elegida desde octubre del año pasado, sino directamente estableció un quite del trabajo en las líneas de producción.
Esto, en principio, implicaría que los empleados que quieran adherir al paro lo hagan, y los que quieran seguir trabajando puedan hacerlo. De todos modos, hay algunos audios que circulan donde un delegado indica que “van a sacar a la gente de la planta” en caso de ser necesario. Por supuesto que lo que no explican los gremialistas en esos audios, pero si en mensajes de texto que envían a los trabajadores, es que se va a duplicar el estímulo para quienes paren.
En la tanda anterior de bloqueos, donde no se permitió ni siquiera la carga de productos terminados hacia el mercado, lo que hizo Atilra fue compensar a quienes pararon con un pago de 100.000 pesos pagados en efectivo y en mano.
En esta oportunidad, según se adelantó, serán 200.000 pesos los que Atilra promete por semana, mientras se sostenga el conflicto, para quienes se plieguen a la medida de fuerza. Aunque este pago semanal que haría Atilra queda por detrás del pago semanal de salario que promete regularizar la empresa, la intención sindical es más que clara: dejar a la empresa sin la posibilidad de procesar la leche de sus socios tamberos y también sin la entrega de productos terminados en las góndolas.
Lo que nunca explicó Héctor Ponce es de dónde sale ese dinero. Según contáramos con anterioridad y según han dejado trascender algunos delegados, esos fondos provienen desde Rosario.
Por lo pronto, se declaró el paro y el sindicato puso en marcha un nuevo bloqueo de la empresa, que viene arrastrando problemas desde hace muchos años. El conflicto recrudece en un contexto donde rige una conciliación voluntaria, que por lo tanto no es obligatoria. Se entiende que la próxima semana el Gobierno Nacional volverá a tomar intervención en este caso citando a las partes a una nueva audiencia.
Atilra no paró el miércoles pasado, luego del vencimiento de la primera conciliación, pero tomó envión para la carrera: una nueva medida de fuerza iniciada el viernes por la noche.
Este sábado, hasta las primeras horas, todavía no había una afectación de la producción y la mayoría de los trabajadores está cumpliendo con sus tareas. Por ahora la producción no se ha detenido
Fuente: Bichos de Campo