La denuncia remarca que acosó a empleadas, revoleó carpetas y puso a empleados en penitencia entre otras cosas. Está a cargo del Juzgado Federal N°1 de Santa Fe.
Empleados del Poder Judicial de la Nación denunciaron al juez federal con competencia electoral a cargo del Juzgado Federal N°1 de Santa Fe, Reinaldo Rubén Rodríguez, por amenazas, abuso de autoridad, violencia de género, acoso sexual y maltrato laboral contra varios empleados de la dependencia a su cargo.
La denuncia fue presentada por Julio Piumato, Rocío Herrera y Lisandro Casale, en su carácter de secretario general, secretaria de protección individual de la comisión directiva nacional y secretario regional de la Regional Nro. 8, respectivamente, de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación ante el Consejo de la Magistratura.
En el escrito de diez páginas dejaron sentado que “las actitudes y comportamientos perpetrados por Rodríguez se encuentran directamente vinculados con el abuso de autoridad y el maltrato cotidiano y resultan configurativos de violencia y acoso por razón de género conforme la definición del Convenio 190 de la OIT, ratificado mediante Ley 27.580 y a la fecha vigente”.
Acoso sexual y carpetazos por el aire
“Sin perjuicio de reiterar que la actitud de maltrato y hostigamiento de parte de Rodríguez existió siempre, en el año 2019 comenzó a agravarse por encima de lo humanamente soportable", aseguran los denunciantes.
Así, ponen en conocimiento de los integrantes del Consejo de la Magistratura que el juez en una oportunidad comenzó a los gritos contra las empleadas de su juzgado porque una de ellas le había pasado un escrito sin haber sacado un cartelito con una recomendación interna entre ellas.
“Todas las empleadas quedaron paralizadas por el miedo, trataron de explicarle, pero sin entrar en razones el juez terminó por arrojar varios expedientes, (entre ellos el del cuestionado “cartelito”) a la cara, cuerpo y escritorio de las empleadas”, rezan en la denuncia y acompañan la noticia que publicaron medios periodísticos en su momento cuando sucedió este hecho.
Reinaldo Rodríguez fue sobreseído en 2019 en una causa por el presunto cobro irregular de bonos.
También se pone de manifiesto que en 2005 una empleada que lo acusó de haberla acosado sexualmente fue enviada “a poner el sello de recibido y atender la mesa de entradas en un claro acto de adoctrinamiento para ella y para todo el resto del personal del juzgado".
“El temor reverencial de los empleados de la dependencia en aquel entonces se vio agravado en virtud de que la mujer formalizó la denuncia en el año 2006 ante el Consejo de la Magistratura, pero pese a haber acompañado una grabación conteniendo dichos desubicados por parte del magistrado, no existiendo en aquella época una mirada con perspectiva de género, el consejo eligió y decidió que el juez (y hombre) tenía la verdad y la empleada no tenía prueba de sus dichos (como si un hombre fuese a decir en público y frente a sus empleados que quiere acostarse con ella)”, se señala en el escrito.
La denuncia también agrega que "antes que eso, en el año 2002 aproximadamente, según los relatos, Rodríguez mortificó, acosó y persiguió a la Dra. Muriel Arteaga, quien fuera secretaria de ese juzgado, a quien le hizo propuestas e insinuaciones de todo tipo, molestándola, incomodándola. Los empleados del juzgado llegaron a creer que de ella se había enamorado, o al menos eclipsado por la insistencia incesante, y asimismo sin embargo también la acosó de manera laboral, evidentemente al no responder a sus deseos”.
Un empleado en penitencia
Otro relato que se refiere en la denuncia remarca que en una ocasión el juez Rodríguez necesitaba un ordenanza y no había ninguno disponible porque estaban haciendo trámites afuera del edificio, "entonces muy enojado y a los gritos resolvió dejar parado afuera de su oficina a uno (Guillermo Tourns), las 6 horas de trabajo. Esto duró varios días, hasta que la medida se fue suavizando”, se remarca.
También se subraya que “entre los años 2008 y 2018 tuvo discusiones con uno de los empleados, al punto de dejarlo con el escritorio mirando a la pared (como en penitencia) durante un mes (imaginen la autoestima y los sentimientos que podrían generarse sobre el agente ante semejante decisión)”.
Los casos se multiplican y van desde insinuaciones sexuales, invitaciones a viajes en velero a sus empleadas hasta gritos y carpetazos.
En la denuncia también se ofreció el testimonio de 15 empleados del juzgado de Rodríguez que pueden ratificar los malos tratos y acosos del magistrado hacia el personal que trabaja bajo su órbita y se acompañaron notas peridísticas que dieron cuenta de algunas situaciones que se dieron en el juzgado.
Fuente: DIario Uno