La Unión Tranviarios del Automotor (UTA) y la Federación Argentina de Transportistas de Carga Automotor (FATAP) se reunieron este miércoles en el Ministerio de Trabajo de la Nación para negociar una salida al conflicto salarial que provocó un paro de 24 horas este martes en todo el país, excepto el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La UTA adelantó que ejecutará un nuevo paro, esta vez de 48 horas, el jueves 22 y viernes 23 si no se llega antes a un acuerdo por los sueldos de los colectiveros.
La audiencia de conciliación terminó sin avances que permitan destrabar la puja por aumentos de salarios que exigen los choferes y los empresarios se niegan a otorgar, acusando que carecen de los fondos necesarios debido a la falta de financiamiento de los estados nacional y provinciales.
La negociación pasó a un cuarto intermedio para el miércoles de la semana que viene, mientras que la UTA adelantó una nueva medida de fuerza para la próxima semana.
Según el acta del encuentro, ambas partes repudiaron la ausencia de representantes de las áreas de Transporte de las provincias en la mesa.
Empresas piden declaración de emergencia
FATAP manifestó que el Ministerio de Transporte de la Nación comprometió fondos para que las empresas del AMBA “cuenten con los recursos necesarios para atender la pretensión salarial” de los choferes porteños y bonaerense. Pero advirtieron los empresarios que “lamentablemente, el transporte del Interior del país no merece, hasta la fecha, la misma atención y preocupación. Al igual que los gobiernos provinciales y municipales se encuentran nuevamente ausentes”.
Las empresas del sector alegan estar ”descapitalizadas” y “sometidas a un proceso de deterioro que amenaza severamente con terminar su existencia”.
Las empresas pidieron que “de modo concreto y urgente” el Ministerio de Transporte de la Nación declare la Emergencia del Transporte de Pasajeros por Colectivos Urbano y Suburbano del Interior del país, “a fin de que las autoridades competentes en materia laboral, del transporte y fiscal adopten las medidas urgentes que habiliten la continuidad de la prestación del servicio público, ante su inminente paralización por tiempo indeterminado”.
La Federación empresaria expresó que para pagar los incrementos salariales que exigen los choferes requieren de un aporte adicional de 12.000 millones de pesos en junio y $80.262.570.329 para lo que resta de 2023.También recordaron que dicho importe deberá de ser aportado en un 50% por el Estado nacional y 50% por las provincias. Es “la única posibilidad que el sector tiene para alcanzar un acuerdo paritario”, recalcaron.
UTA: “Nos obliga a más medidas de fuerza”
Por su parte, la UTA levantó una vez más la consigna de “Igual remuneración por igual tarea” con la cual exigen que los colectiveros de las provincias cobren lo mismo que sus colegas del AMBA.
El sindicato reclamó que las empresas y los gobiernos nacional y de las provincias “se hagan responsables del Transporte de Jurisdicción Provincial y Comunal del interior del país”.
“Resulta injustificable que ni siquiera asistan al tratamiento de la problemática los responsables del Consejo Federal de Transporte, que nuclea a las carteras de esa área de todas las provincias”, fustigó la UTA.
Y rechazó el recorte de horas, “la precarización de las condiciones laborales” y la reducción de las fuentes de trabajo con que amenazan las empresas en caso de no acceder a más subsidios nacionales y provinciales.
Finalmente, el gremio advirtió que “la falta de acuerdo no solo justifica, sino que nos obliga, a la realización de nuevas medidas de fuerza”, las cuales se incrementarán a 48 horas de paro con movilizaciones en el interior del país desde las 0 horas del próximo jueves 22 y hasta las 24 horas del viernes 23.
Luego de las expresiones de ambas partes se pactó un cuarto intermedio hasta la semana que viene, el miércoles 21 a las 16, donde se intentará una vez más solucionar el conflicto, hasta ahora sin fin.
Con información de UNO Santa Fe