Hace 50 años, entremezclada con otras siete canciones que conformaban su cuarto disco, Led Zeppelin lanzaba “Stairway to Heaven” (“Escalera al cielo”), una de las baladas rockeras más populares de todos los tiempos, que ostenta el curioso e improbable récord de ser la canción más pedida en las radios de todo el mundo, la partitura más vendida y la introducción más interpretada por nóveles guitarristas.
Aunque nunca fue publicada como sencillo y su aparición pasó desapercibida en un primer momento en un disco que contenía otros clásicos como “Rock and Roll”, “Black Dog”, “Misty Mountain Hop” y “Going to California”, entre otros, esta composición fue ganando terreno entre el público a partir de su emotiva y misteriosa melodía, que deriva sobre el final en un furioso rock.
La popularidad de esta pieza que cerraba el lado A de la placa “Led Zeppelin IV”, editada el 8 de noviembre de 1971, se acrecentó además en gran parte a partir de las leyendas en torno a su contenido “satánico”, alimentadas al principio por su críptica y fantástica letra, y luego falazmente confirmadas por el nivel de fanatismo que generaba la canción entre el público.
Que se haya convertido en el tema más pedido en radios y que cualquier guitarrista en etapa de aprendizaje intente bosquejar la famosa progresión de acordes de su introducción fueron los dos grandes ejemplos sobre los que los inventores de leyendas se basaron para demostrar su descabellada teoría.
Obviamente, el interés del guitarrista Jimmy Page por el ocultismo, que lo llevó a adquirir la célebre mansión del creador de la secta del Iluminismo Científico Aleister Crowley, al borde del Lago Ness, fue otro elemento que ayudó a divulgar esta creencia en torno a la canción. Precisamente, su composición se produjo en esa vivienda.
Sobre una melodía creada por Page, el cantante Robert Plant escribió una historia inspirada en un libro de leyendas celtas sobre una mujer que tiene distintas visiones en su lecho de muerte; sin embargo, su autor no dio mayores precisiones al respecto y hasta despotricó hace algunos años de su lírica.
Lo cierto es que esta canción llamó particularmente la atención de los fans, acaso también por ser la única letra impresa en el sobre interno de un disco que no contenía en su portada su nombre ni el del grupo, ni mayor información sobre la producción.
“Stairway to Heaven” se convirtió no solo en el gran clásico de la banda, que se vio obligada a incluirla en todos sus shows, sino que además se estableció como una de las canciones más célebres en la historia del rock.
Con el paso de los años, el tema fue el más pedido en las estaciones radiales por los oyentes y su partitura es la más vendida en las casas de música, las mismas que desde hace 50 años ven pasar a millones de jóvenes que ensayan su introducción cuando prueban alguna guitarra que desean comprar.
La comedia “Wayne´s World” dio cuenta de ello en un gag en donde sus protagonistas acuden a uno de estos locales y se topan con un cartel que advierte “Prohibido tocar la introducción de `Stairway to Heaven´.
Justamente, esa progresión tan popular de acordes, que se inicia con un La menor y va presentando una escala descendente en el bajo, fue lo que motivó una demanda por plagio por parte de los herederos de Randy California, líder de Spirit, a raíz de su semejanza con su creación “Taurus”, cuyo fallo favoreció a los famosos Page y Plant.
Aunque para 1971 Led Zeppelin ya era una de las bandas más grandes de la escena rockera, más allá de las críticas desfavorables que había obtenido por su tercer disco, “Stairway to Heaven” la llevó a niveles superiores de popularidad, ayudada además por estar incluida en la placa más aclamada del grupo.
Fue en esta producción que aparecieron por primera vez los esotéricos símbolos que representan a cada uno de los integrantes del grupo, como así también la imagen de la portada del ermitaño anciano cargando unas ramas, que también se convirtió en un ícono de la banda.
A 50 años de su creación y con distintas versiones encaradas por parte de otros artistas, “Stairway to Heaven” sigue sonando conmovedora y su letra continúa siendo uno de los grandes misterios de la música pop.