El proyecto que tiene media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación y que busca declarar a la Educación como "servicio esencial" está en la picota, dado que los gremios docentes sostienen que colisiona con el derecho a huelga. Consultado el ministro de Educación provincial, José Goity, consideró que "no es el debate más potente" que haya que dar en materia educativa en el país, ni cree que una ley "que tenga como único objetivo evitar medidas de fuerza sea positiva per se".
"En Santa Fe ya hay dispositivos que permiten tener las escuelas abiertas en caso de medidas de fuerza. De hecho, es obligación que el establecimiento esté abierto y, aún adhiriéndose los equipos directivos, tienen que aplicar un protocolo de manera tal que la escuela tiene que estar abierta", aseguró el ministro.
El proyecto nacional, también denominado "ley Finocchiaro" -en referencia a su autor-, propone en su artículo 1 declarar "la Educación como Servicio Estratégico Esencial en todos los niveles y modalidades comprendidos en la obligatoriedad escolar". Establece que la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires deben garantizar el ejercicio del derecho a la educación en todo el ciclo lectivo, aún en los días de paro, para lo cual establece un sistema de "guardias mínimas" en las escuelas con el fin de garantizar las clases.
Cuando haya medidas de fuerza, las guardias deberán ser del 30 % del equipo de dotación docente, auxiliares y directivos en el caso de huelgas de hasta dos días. Si la huelga se extiende a tres días o más, la guardia deberá contemplar al 50 % del personal.
Goity consideró que "si bien el derecho a huelga es reconocible, lo mismo que a peticionar y a expresarse, también son derechos constitucionales trabajar y aprender. Por lo tanto, hay maneras de garantizar los establecimientos abiertos, aun sin una ley de esencialidad. De hecho, en la última medida de fuerza fue lo que sucedió en la provincia de Santa Fe".
Según el ministro, si bien se está terminando de corroborar, apenas 166 escuelas de más de 3 mil habrían permanecido cerradas durante el último paro.
"No es que sea favorable o no"
-Los gremios docentes ya rechazan la media sanción de la ley. ¿Usted estima que se puede desatar un conflicto por este tema?
-No, de ninguna manera. Primero, una norma es una norma. A uno le puede gustar o no, pero cuando se sancione, debe ser aplicada. Y después, vuelvo a repetir, en la provincia de Santa Fe hay dispositivos para que las escuelas permanezcan abiertas. Es razonable que así sea, porque se debe garantizar el derecho a trabajar de aquel docente que no tiene la intención de adherirse a una medida de fuerza, que es tan legítimo como aquel que sí se adhiere. De la misma manera, hay una obligación de mantener las escuelas abiertas por parte del propio Estado.
-¿Usted la considera una normativa positiva para el sistema educativo o se le está dando mayor trascendencia de la que tiene?
-Creo que la educación es claramente esencial para cualquier sistema y para cualquier sociedad, como principio básico. Después hay distintos tipos de regulaciones, algunas son mejores, otras son peores. No creo que una regulación que tenga como único objetivo evitar medidas de fuerza sea positiva per se, más cuando ya hay herramientas que permiten, como en Santa Fe, que los establecimientos educativos estén abiertos.
-Entonces, usted no es favorable a que salga esta ley…
-No es que sea favorable o no. Creo que no es el debate más potente que podamos dar en el ámbito educativo. Yo creo que el debate que verdaderamente nos va a mejorar como sociedad y como sistema educativo es en torno a los aprendizajes. Una ley que declare la esencialidad no va a cambiar la realidad del sistema educativo per se, sino que en definitiva lo hará lo que vayamos a hacer con ese sistema educativo. Y, muchas veces, ya tenemos herramientas que no utilizamos y que sirven para ese destino. Entonces, independientemente de cuál sea mi opinión, no creo que sea una ley que vaya a mejorar el sistema educativo por sí misma, si no aplicamos las normativas que ya tenemos, que son de sentido común y racionalidad, más allá de lo que diga o lo que expresa una ley.
Recuperar días de clase
-¿Ya se están analizando la posibilidad de recuperar los días de clase perdidos por los paros?
-Estamos evaluando algunas medidas. Tenemos centrado nuestro primer objetivo en recuperar aprendizajes, que es lo importante. Así que hay varias estrategias: algunas que tienen que ver con recuperar días efectivos de clase, otras con hacer acompañamiento para que esos aprendizajes se den, como por ejemplo todo el esquema de tutoría que estamos planteando para aquellos alumnos que adeudan materias. Eso ya implica más horas de clase, porque son tutorías de carácter virtual, pero a su vez también con una instancia presencial. Entonces, en concreto, estamos evaluando incorporar algunos días de clase al calendario para recuperar aquellos días que no se dieron y también algunas estrategias de acompañamiento para aquellos chicos, chicas y adolescentes que más lo necesitan.
-¿Y la recuperación de días sería con extensión del ciclo lectivo o están analizando otras alternativas?
-Hay distintas posibilidades. Una que es extender el ciclo lectivo; siempre está presente y posible y muy probablemente se realice. Hay otras que tienen que ver con reordenar el calendario escolar, con algunas actividades que podemos "posdatar" y evitar. Cuando tengamos una propuesta concreta, la vamos a hacer pública. Vuelvo a repetir, es muy importante para nosotros sostener los días de clase, cumplir con un calendario escolar, pero tiene importancia cuáles son los aprendizajes que se producen y qué podemos generar con cada día de clase que damos.
Con información de El Litoral