La cantidad de empleados asalariados en el sector privado completaron en junio pasado 10 meses consecutivos de caída, de acuerdo a datos conocidos este lunes de la Secretaría de Trabajo. Desde el cambio de Gobierno, según la información disponible, se perdieron 136.000 puestos de trabajo en este segmento del mercado laboral.
El informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el estudio más amplio que hace la cartera laboral para conocer la radiografía de la empleo en el país mostró que “el grupo de personas con empleo asalariado registrado mostró una caída del 0,1% en el último mes, lo que se traduce en 11,8 mil personas menos con empleo asalariado. Se observó una caída en el empleo del sector privado (-0,2%), estabilidad en el sector público (0,0%) y un aumento del trabajo en casas particulares (+0,3%)”, indicaron.
De esa manera, el 0,2% de caída en el sector privado registrado implica una nueva aceleración en el ritmo de destrucción de puestos de trabajo en comparación con mayo, que había sido de 0,1 por ciento. “En el segundo trimestre de 2024 se advierte una desaceleración en la magnitud de la contracción del empleo asalariado registrado privado (promedio mensual de -0,2%) en comparación a las variaciones mensuales negativas observadas en el primer trimestre (promedio mensual de -0,5 por ciento). No obstante, la caída del empleo es significativa y ya acumula 10 meses de variaciones negativas consecutivas”, mencionó la secretaría que encabeza Julio Cordero.
Al tener en consideración las modalidades de empleo, se ven dos realidades bien diferenciadas en la comparación interanual. Los asalariados decrecieron en 1,7% y dentro de ese segmento, una caída de 2,5% entre los privados, de -0,2% en los públicos y de -2,7% en casas particulares. Por el contrario, entre los no asalariados hay más empleo que hace un año, explicado por registrarse 11,1% más de monotributistas, es decir una forma de trabajo más precarizada.
“Esta fase de destrucción de empleo viene más intensa que las anteriores. La de fines 2015 y principios de 2016 duró 9 meses y la caída fue del 1,5%. La iniciada en el segundo trimestre de 2018 a los 10 meses acumulaba un retroceso del 2,1%. Ahora llevamos un 2,6% abajo”, dijo Luis Campos, director del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma.
Analizado por rubros, el de la construcción es el que se llevó la peor parte en la contracción laboral. “En la comparación interanual, la cantidad de trabajadores con empleo se redujo un 2,5%, lo que se traduce en 156 mil trabajadores menos. Este resultado se explica en gran parte por la dinámica de la Construcción (-21%, 100 mil trabajadores menos), y en menor medida por Industrias manufactureras (-2,3%, 27 mil trabajadores menos) y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-2,2%, 19,5 mil trabajadores menos)”, detalló Trabajo. “Durante los últimos tres meses, la Construcción ha reducido significativamente su ritmo de pérdida de empleos, lo cual ha sido fundamental para explicar la desaceleración en la caída del empleo registrado en el sector privado”, continuó.
También existe, en el informe del SIPA, un análisis por provincia. En ese sentido, se ve que las provincias que expandieron el empleo en el último mes fueron Neuquén (0,8%) y Río Negro (0,7 por ciento) y entre las provincias con mayor caída del empleo se ve a La Rioja (-1,9%), Formosa (-1,5%), San Juan (-1,0%), San Luis (-0,7%), Misiones (-0,6%) y Jujuy (-0,6 por ciento).
El informe oficial también aborda cuáles son es el nivel de salario real en el sector asalariado privado, que según Trabajo hacia julio lograron “recuperar casi la totalidad del poder adquisitivo perdido desde diciembre de 2023″. En el peor momento de esa secuencia, llegaron a caer 11,4% en diciembre tras la devaluación y en julio la diferencia repsecto a noviembre sería de 0,3 por ciento.
“No obstante, es necesario tener en cuenta que persiste una situación heterogénea respecto al comportamiento del salario real al interior del empleo asalariado registrado, y que la evolución de las remuneraciones en esta modalidad ocupacional posiblemente no represente la dinámica del resto de los ingresos de los hogares”, matizaron. Eso responde, aclararon, a que “los salarios del trabajo asalariado formal privado apenas representan una tercera parte de los ingresos totales percibidos por los hogares”.
Un segundo informe oficial, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), un trabajo que tiene un mes menos de rezago aunque un alcance menor (solo considera empresas con más de 10 trabajadores y en determinados centros urbanos del país), planteó que en julio podría haberse cortado la tendencia negativa y se habría así mantenido estable en comparación con el mes anterior.
“Algunos sectores mantuvieron el nivel de empleo en julio de 2024, o mostraron crecimiento luego de varios meses de contracción. El caso más destacable es el del sector de la Construcción que, luego de once meses de caída del empleo, presentó un aumento del 0,4 por ciento. Por su parte, la Industria manufacturera mantuvo estable el nivel de empleo luego de ocho meses de caída consecutivos. Comercio, restaurantes y hoteles presentó un aumento de 0,3%, después de haber detenido la pérdida de empleo el mes pasado”, apuntó el informe oficial.
Una particularidad que observó el EIL fue que la mejora se ve con mayor nitidez en empresas chicas que en grandes. “El freno de la caída del empleo se observa en las empresas pequeñas (0,0%) y en las medianas de entre 50 y 199 personas ocupadas, en las que se produjo un aumento de 0,4 por ciento. Las empresas de más de 200 personas ocupadas, por su parte, continúan con valores negativos con relación al mes anterior (-0,2%)”, concluyó al respecto.