Arrancó la segunda semana del año, ya con actividad financiera y bursátil a pleno, y los mercados intentan plasmar una tendencia positiva a los negocios, con operadores que ponen el foco día a día a los indicadores económicos y también los “cisnes negros” que asoman desde el espectro político.
La actividad financiera de Argentina comienza 2023 con desafíos políticos y monetarios locales, que concentran la atención de inversores que buscan cubrirse de la alta inflación y persistente devaluación que azota a la economía, más la tensión por la coyuntura del vecino Brasil y datos de EEUU.
Los expertos de Portfolio Personal Inversiones identifican tres claves a seguir esta semana. Puntualmente “el 12 de enero se publicarán los datos de inflación de Estados Unidos y Argentina, por lo que muy probablemente sean los drivers más importantes de la semana” y también consideraron “relevante la reacción del mercado frente a los hechos ocurridos en Brasil, donde algunos seguidores de (Jair) Bolsonaro tomaron la Corte Suprema, el Congreso y el Palacio Presidencial”.
Agregaron que en este último caso “estos hechos podrían no solo afectar los Cedear de dicho país, si no también repercutir sobre el equity local”.
El ritmo de los precios al consumidor
Los analistas consideran que el índice de inflación de Estados Unidos tendrá en los precios bursátiles el impacto de mayor relevancia dada la dependencia del mundo sobre la primera economía del planeta.
“De no confirmarse la tendencia bajista -se espera una inflación de 6,5% anual y del 0% mensual-, la reacción del mercado podría ser estrepitosa por las implicancias que tendría sobre la próxima decisión de la Fed en cuanto a las siguientes subas de tasas”, subrayaron desde Portfolio Personal.
“En el caso de Argentina, creemos que estamos observando indicios de un trade electoral que podrían reaccionar de manera menos predecible ante el dato”, añadieron.
La inflación argentina
Al respecto, el ministro de Economía, Sergio Massa, dio algunos pronósticos sobre el ritmo de suba de precios en una entrevista que brindó a Perfil este fin de semana, y adelantó que para diciembre sus asesores proyectan “que comience con un 4 adelante”.
De darse en el último mes del año pasado una inflación inferior al 5% se podría dar un desvío importante con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, de al menos 0,6 puntos porcentuales, y de 0,7 versus los relevamientos privados, que exhibieron una mediana de 5,6 por cieno.
“Aún más, esta divergencia entre las proyecciones oficiales y la expectativa de los economistas se acentúa hacia abril, con el equipo de Massa esperando ‘que comience con 3′ y el REM parado en 6%”, recordó Portfolio Personal.
Tomando las cifras que dejó el ministro de Economía en sus declaraciones públicas, se ratifica que efectivamente en el Palacio de Hacienda esperan una inflación que finalice 2023 levemente por encima del 60%, desde poco menos del 100% anual en 2022.
El REM, mientras tanto, apenas redujo su expectativa para este año de 99,7% a 98,4%. La inflación implícita que arroja la última encuesta indica que la inflación viajaría al 98,7% anualizado en segundo semestre, lejos de mostrar algún atisbo de desaceleración.
“Comienza a surgir un divorcio notable entre lo que proyecta Massa y lo esperado por el mercado. Se entiende que el primero esté en la búsqueda de influir sobre las expectativas, aun si los fundamentos macro detrás no justifican semejante baja. Nuestra visión es que la fuerte emisión monetaria de 2022 tiene altas chances de repetirse en 2023, por lo que no vemos factores que puedan impulsar una desaceleración inflacionaria”, concluyeron desde Portfolio Personal.