Mientras toda la atención está concentrada en la evolución del dólar libre y de los financieros que sigue bajo presión a pesar del debut de las últimas medidas para quitar volumen al mercado, la cotización del dólar oficial sigue agravando el problema
Con una inflación que sube de manera ininterrumpida desde diciembre del año pasado, tasa de interés que se ubica en 97% anual pero sigue en terreno negativo, el ritmo de devaluación que se le imprime al tipo de cambio oficial sigue acumulando atraso. Se trata de uno de los principales puntos que complica la negociación con el Fondo Monetario, en el contexto de una escasez cada vez más crítica de reservas y una brecha cambiaria por encima del 100 por ciento.
En ese escenario, en el que surgen datos privados que señalan que también en mayo los precios se movieron al alza por encima del mes pasado -las estimaciones de EcoGo y de Econviews, dos fuertes consultoras del mercado que coinciden en una suba del IPC mayor a 9%-, desde el Banco Central imprimieron una mayor velocidad al ajuste del dólar oficial, que en los últimos 5 días alcanzó un ritmo de 7,6% mensualizado. Ese paso, sin embargo, es insuficiente para evitar un mayor atraso cambiario.
De hecho, cálculos privados indican que el tipo de cambio real, es decir, ajustado por inflación, se encuentra hoy ya no sólo por debajo del nivel de marzo del año pasado, cuando se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario y se fijó como referencia, sino que llegó a los mismos niveles de fin de 2017 o principios de 2018, previo a las sucesivas corridas cambiarias que corrigieron de modo abrupto el atraso de ese momento.
“El tipo de cambio oficial de mayo está por debajo de los $17 de comienzos de 2018, antes de las devaluaciones que lo llevaron a $22, $40 y $60″, apuntó el economista jefe de la Fundación FADA, David Miazzo, quien remarcó que el resultado de esa dinámica fue la pérdida de reservas del Banco Central. “Desde entonces se deterioró el balance del BCRA: más pesos, menos dólares”, resaltó. Ajustado por inflación los valores mencionados en esas fechas, el dólar oficial de principios de 2018 sería equivalente a $241 mientras que las cotizaciones posteriores deberían ubicarse por encima de los $350.
Puntualmente, el salto a $60 tras las PASO de 2019 sería equivalente a hoy a $358 si el tipo de cambio oficial hubiera acompañado el mismo nivel de suba del resto de los precios de la economía. Es decir que su precio actual está 48% por debajo del valor de hace cuatro años.
Está claro que, en la medida que se aceleró el aumento de precios, apurar el ritmo de suba del tipo de cambio se convirtió en un dilema permanente de los sucesivos equipos económicos, que apuntaron a mantenerlo planchado durante buena parte de los últimos tres años, principalmente durante 2021 hasta el segundo semestre del año pasado, con la idea de evitar una retroalimentación del proceso inflacionario. En ese marco, el deterioro del nivel de reservas llevó al Gobierno a restringir cada vez más el acceso al mercado de cambios oficial, con un conjunto de severas restricciones al pago de importaciones y deudas en dólares. La consecuencia fue un incremento de la brecha cambiaria que, paradójicamente, también presiona sobre el nivel de precios.
El precio mayorista de los productos importados subió 128% interanual, es decir 40 puntos porcentuales por encima del dólar oficial, y acumuló 38% en los primeros meses de 2023. Sólo en abril aumentó 9,2%, 2,3 puntos por encima de la inflación mayorista total y cifra que se prevé será más alta este mes, en cuyo indicador se reflejará el pleno impacto del salto de los dólares financieros desde el mes pasado.
En función de esa perspectiva es que el BCRA aumentó, en los últimos días, la tasa de crawling-peg (micro devaluaciones diarias), aunque sigue más de un punto por debajo del IPC. “Observamos una nueva aceleración a 7,6% mensualizado del ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial en las últimas 5 ruedas. Aunque con volatilidad, es clara la aceleración del ritmo devaluatorio para mantenerse más acorde al ritmo inflacionario”, sostuvo en su panorama semanal Delphos Investments.