El Gobierno profundizará esta semana las reuniones con sectores de la cadena de ganados y carnes, con el objetivo de lanzar una serie de medidas para ponerle coto a la suba que registró el precio de la carne en las últimas semanas. Una de las medidas será un esquema de descuentos para la compra de carne con tarjetas de débito.
También el Gobierno, pese al reclamo de las entidades del campo para que se elimine, mantendrá la prohibición para exportar los siete cortes populares de mayor consumo en el mercado interno que rige hasta el 31 de diciembre del presente año, como el asado de tira, vacío, matambre, falda, tapa de asado, nalga, y paleta.
Por otro lado, se avanzará con la judicialización de los casos que se detectaron de evasión impositiva mediante la subfacturación de ventas al exterior. “Tenemos que desnudar a los que le hacen trampa al Estado. Porque como en todas las actividades, aparece la sobrefacturación o la subfacturación como un elemento distorsivo de los precios del mercado interno”, dijo el ministro de Economía, Sergio Massa, el pasado viernes al lanzar la nueva etapa del programa Precios Justos.
Lo cierto es que en los despachos oficiales hay preocupación por la fuerte suba que registró el precio de la hacienda en el arranque del año, y eso se trasladó a los mostradores de las carnicerías. En lo que va del año la hacienda subió entre un 35 y 40% en el Mercado Agroganadero de Cañuelas. Según indicó a este medio el presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), Leonardo Rafael, en los mostradores la suba del precio de la carne fue del 15% al 20% durante enero.
A todo esto el Secretario de la Sociedad Rural Argentina, Carlos Odriozola, dijo que “la reacción del mercado durante los últimos días, es claramente una adecuación de los precios”. Al respecto, un relevamiento del Instituto de Estudios Económicos (IEE) de la Rural reflejó que “las estadísticas oficiales muestran que durante todo 2022 la hacienda en pie con destino al mercado local (Novillito +390kg), sólo subió un 30% y la carne al consumidor hizo lo propio en un 46%, mientras que el Índice General de los Precios (IPC-INDEC) expresa que la inflación de toda la economía fue de casi 100%”.
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Por otro lado, Leonardo Rafael dijo que a la carne “todavía le falta actualizar los valores, pero como la suba fue repentina vamos esperando un poco para que no se caigan las ventas y aguantamos la suba con rentabilidad. El kilo de carne en la media res tiene que valer $1.200 y hoy no tengo entendido que haya salido a más de $1.000 el kilo hacia las carnicerías. Está faltando un poco de la suba del abastecedor a las carnicerías, mientras que en la carnicerías también le faltará un 15% al consumidor”, sostuvo Rafael, que según cálculos propios, significaría un incremento de entre $200 y $400 por kilo dependiendo del corte. No obstante, para saber con la rapidez que se trasladarán los aumentos al consumidor será clave saber si la hacienda continuará con su tendencia alcista.
Por su parte, el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA). Miguel Schiariti, las carnicerías ya ajustaron un 10% sus precios y continuarán con el traslado de los aumentos hasta completar el incremento de entre el 35% y 40%, aunque sostuvo que se " va a hacer de manera paulatina y lenta, porque ningún carnicero le quiere decir a un cliente que el kilo de milanesas que le vendió a $1.300 pesos ayer, hoy sale $1.700″.
Plan del Gobierno
En respuesta a los fuertes incrementos de precios en las carnes de las últimas semanas, el Ministerio de Economía apura un programa para fomentar la compra en carnicerías y sostener el consumo a pesar de los aumento registrados desde principios de año. El esquema, en el que trabajan la Secretaría de Agricultura y la AFIP, podría empezar a funcionar en los próximos días.
El croquis del plan que elabora la cartera agropecuaria incluye beneficios para el consumidor y para el vendedor de carne. Según pudo saber este medio en base a fuentes oficiales, la característica central del programa será ofrecer al comprador la posibilidad de tener un reintegro por el 10% del valor de la compra que haga en una carnicería adherida.
A tal fin, el Gobierno buscará darle a cada punto de venta que se sume al programa un posnet particular para procesar los pagos y que la AFIP pueda activar la devolución de ese 10% en la cuenta del cliente que haya usado su tarjeta de débito. El reintegro máximo que hará el fisco será de $1.000, por lo que el máximo de compra contemplado es de 10.000 pesos. Si un comprador hiciera una transacción, por ejemplo, de $12.000, el reintegro también sería de $1.000. De todas formas, aclararon desde Agricultura, el tope de $1.000 no será mensual, por lo que si un cliente hiciera, un suponer, cuatro operaciones de $10.000 en un mismo mes, podrá contar con $4.000 de reintegro.
Para el carnicero el beneficio vendría por el lado impositivo. El plan que apuntala el Ministerio de Economía incluye que aquellos vendedores que estén adheridos al régimen de autónomos tengan un descuento del 90% de la cuota mensual. es decir, que le pagarán a la AFIP solo el 10% de lo que determine su categoría, de acuerdo a su nivel de facturación.
Por otro lado, la carnicería que se adhiera al programa podrá descontar el 5% del valor de la factura de compra al frigorífico de su declaración de Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales, un saldo que podrá utilizar como crédito. Un dato que alarmó a los funcionarios y que formateó el programa hacia la formalización de las ventas, es que detectaron que cerca de un 90% de la facturación de las carnicerías se realiza en negro.