Mientras se aguarda por al viernes por la difusión del Índice de precios al consumidor (IPC) correspondiente a abril por parte del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), otro preocupante dato para Argentina.
Se trata de un nuevo indicador que refleja la persistencia del fenómeno inflacionario en el país y la fuerte incidencia proporcionada por las subas en alimentos.
El informe de Seguridad Alimentaria elaborado entre los meses de enero y abril del presente calendario por el Banco Mundial ubica a Argentina en el segundo lugar entre los países con mayor inflación de alimentos, con un 107%.
Las estimaciones de las consultoras dan una inflación del 7,5% promedio para abril y ubican al segmento de alimentos liderando las subas en las últimas semanas. El índice que mide la inflación en la Ciudad de Buenos Aires del cuarto mes del año difundido recientemente arrojó un alza en alimentos y bebidas del 10,4%.
El top ten del ranking lo lidera el Líbano y por debajo de Argentina aparecen Zimbabwe, Irán, Turquía, Egipto, Surinam, Ruanda, Laos y Ghana. El documento aclaró que Venezuela no forma parte del relevamiento porque el organismo utiliza estadísticas de aquellos países que cuentan con datos disponibles.
El Banco Mundial señaló en el informe que “la inflación doméstica de los alimentos sigue siendo alta en todo el mundo”, y precisó que se detecta “con niveles superiores al 5% en el 64,7% de los países de ingresos bajos y en el 83,7% de países de ingresos medianos bajos y el 89% de los países de ingresos medios altos y muchos experimentan una inflación de dos dígitos”.
A su vez, advierte que “el 81.8% de los países de altos ingresos están experimentando una alta inflación de los precios de los alimentos” y puntualiza que “los países más afectados se encuentran en África, América del Norte, América Latina, Asia del Sur, Europa y Asia Central”.
El estudio también advirtió que “258 millones de personas en 58 países enfrentaron los peores niveles de inseguridad alimentaria en 2022” y remarcó que “en siete países (Afganistán, Burkina Faso, Haití, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Yemen), algunas poblaciones afectadas enfrentaron niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, lo que indica la amenaza de hambruna y niveles extremadamente críticos de desnutrición en varias áreas de los países”.
En ese sentido, el Banco Mundial aseguró que “el número de personas que experimentan inseguridad alimentaria aguda es el más alto registrado desde que se comenzó a informar estos datos en 2017, marcando el 2022 como el cuarto año consecutivo de aumentos en el número de personas con inseguridad alimentaria aguda”.
Asimismo, el organismo internacional aseguró que “tras la invasión rusa de Ucrania, las políticas relacionadas con el comercio impuestas por los países han aumentado” y manifestó que “la crisis alimentaria mundial ha empeorado parcialmente por el creciente número de restricciones al comercio de alimentos establecidas por los países con el objetivo de aumentar la oferta interna y reducir los precios”, precisando que “al 13 de marzo de 2023, 22 países han implementado 28 prohibiciones de exportación de alimentos, y diez han implementado 14 medidas de limitación de exportaciones”.
Fuente: El Litoral