El Índice de Pobreza alcanzó al finalizar el primer año del gobierno de Javier Milei al 38,1% de los argentinos, lo que significa una caída del 14,8% en el primer semestre libertario, y del 3,6% interanual; es decir con el final de la gestión de Alberto Fernández que había marcado 41,7%.
Así lo informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el informe semestral que se elabora en base al relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares.
En cuanto a la medición por hogares, la EPH en los 31 aglomerados urbanos en que divide el país, la pobreza afectó al 28,6% de los hogares en el segundo semestre de 2024; lo que implica una merma del 13.9% semestral y 3.2% interanual.
Individualizado, el porcentaje indica que en 2024 un total de 11.337.979 de personas, que viven en 2.921.811 de hogares, eran pobres en todo el país.
Indigencia
En tanto, el índice de Indigencia, entendido este como a quienes sus ingresos no le son suficientes ni siquiera para comprar la cantidad mínima de comida que permita la subsistencia, se ubicó en 8,2% y 6,4% de los hogares.
En este caso, la estadística del INDEC mostró una disminución de 7,2 puntos porcentuales en los hogares y de 9,9 puntos porcentuales en las personas medido con el primer semestre del año pasado.
En tanto que a finales del 2023, la indigencia alcanzaba al 11,9% de las personas. Así, luego de haber aumentado en el primer período de gobierno libertario 6,2 puntos la indigencia, el tramo junio-diciembre implicó una recomposición del 3,7% en términos interanuales.
De esta manera, los datos reflejan que de los 46 millones de personas que habitan el país, 2.451.657 no tienen el dinero mínimo para comprar la comida que les garantice la subsistencia.
Por regiones
La situación es más crítica en las regiones del Noreste (NEA) y Noroeste (NOA), donde la pobreza alcanza el 47% y 42,8% respectivamente. Estas cifras contrastan con la Patagonia (33,5%) y la región Pampeana (35,6%), que presentan los índices más bajos. Dentro del NEA, Gran Resistencia es uno de los aglomerados con mayor índice de pobreza (60,8%) y de indigencia (22,4%).
En el Gran Santa Fe la pobreza se redujo 16,4% de la última medición, pero sigue afectando al 43,4% de la población. En tanto, en el Gran Rosario bajó 12,4% entre semestres, y alcanza al 34,4% de las personas del aglomerado.
Dado que la incidencia de la pobreza y la indigencia resultan de la capacidad de los hogares de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA) y a la canasta básica total (CBT) mediante sus ingresos monetarios, se observó que, con respecto al semestre anterior:
En promedio, el ingreso total familiar aumentó un 64,5%. Las canastas regionales promedio aumentaron 22,2% (CBA) y 26,7% (CBT).
Los ingresos en el período estudiado aumentaron a un nivel superior tanto con respecto a la CBT como a la CBA. Así, ambas tasas, pobreza e indigencia, presentan una disminución en el presente semestre, en relación al semestre anterior.