Luego del nombramiento de Mauricio Claver-Carone como enviado especial del Departamento de Estado norteamericano para que sea el hombre que mantenga las relaciones claves con la región y la Argentina, hubo preocupación en las huestes que rodean a Guillermo Francos.
No son pocos los que sospechan que las diferencias que ambos tuvieron en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuando el actual jefe de Gabinete bloqueó con Alberto Fernández –mediante denuncias- que el funcionario se sostuviera al frente del organismo en favor de un Gustavo Béliz que nunca tuvo los votos suficientes para llegar a ocupar el cargo, continúan latentes.
De ahí en más, el estadounidense se dedicó a desacreditar permanentemente al ex ministro del Interior acusándolo de “oportunista”, haciendo foco en un pasado reciente de centro izquierda que mutó al liberalismo.
En la Jefatura buscaron minimizar el tema aduciendo que Carone responde al secretario de Estado, Marco Rubio, y este a Donald Trump, “punto”, subrayaron, buscando destacar que el trato será entre el mandatario libertario y el republicano. “No hay nada que decir al respecto, de ninguna manera eso complicará las relaciones con EE.UU. ni con el FMI”, afirmaron.
Conflicto con Venezuela
En otro orden de cosas, el entorno del coordinador ministerial negó que la intervención del ex embajador del Frente de Todos en el país caribeño, Oscar Laborde -al que Patricia Bullrich calificó de “agente cubano”- tenga que ver con las negociaciones diplomáticas que ellos llevan adelante para conseguir la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, retenido en Venezuela. “No hay nada que se pueda decir de lo que el Gobierno está haciendo en esa materia, todo lo demás corre por cuenta del kirchnerismo”, que se adjudicó el intercambio epistolar entre el uniformado y su familia.
“La situación con (Nicolás) Maduro, no es grave, sino que es compleja. Igual entendemos que hay intermediaciones que pasan por el Vaticano y otros países de la región”, informó un colaborador del mandamás de los ministros.
“Un acuerdo total”
Desde esa dependencia también se buscó fijar posición en referencia a la posible alianza electoral con el Pro. “Nuestra postura es la del presidente. Creemos que tenemos que ir a un acuerdo, Milei dijo lo mismo y agregó que tiene que ser un acuerdo total. Lo que quiso decir el Presidente es que no se pueden estar haciendo especulaciones en esto de vamos juntos o vamos separados”, enfatizó un influyente asesor de Francos que preguntó: ¿Cuántos gobernadores tiene el Pro… ¿tres?, ¿cuatro? (¿Pullaro, Jorge Macri, Torres y Frigerio?), bueno, son 24, faltan 21, o sea, no es tanto, digamos”, sentenció, para agregar que “estas elecciones son legislativas. ¿Qué importan tres gobernadores para elecciones legislativas? Lo que se va a jugar es si la gente quiere apoyar al presidente Milei o a Macri, en esta elección se va a apoyar eso”, subrayó.
“Hay mucha gente que está en el medio, es probable que mucha gente se pregunte, por qué no van juntos ¿no?, y es porque puede ser que haya algunos que quieran votar al Pro y otros –que si vamos separados- vayan con nosotros. Si vamos separados, aunque sostenemos que hay que encontrar las formas de ir en unidad, el espacio tiene que ser un solo espacio”.
Los dirigentes libertarios que deambulan por Casa Rosada infieren que los gobernadores de Propuesta Republicana más acuerdistas -pese a los reclamos que han hecho en su momento y que siguen haciendo- son Ignacio Torres de Chubut y Rogelio Frigerio de Entre Ríos. No así Jorge Macri, quien va por el camino de desdoblar la elección porteña de la nacional debido a la amenaza que le propone La Libertad Avanza en su distrito, que podría fagocitar ese núcleo de poder que le es esencial. Una jugada que encabezan Karina Milei, Santiago Caputo y Manuel Adorni.
500 millones de dólares
“En Capital tenemos una posibilidad muy grande, estamos viendo las encuestas y en la Ciudad de Buenos Aires la división es en tercios. Más allá de que ellos puedan salir segundos, o por ahí terceros”, predijo otra alta fuente oficial que acompañó el pedido del ministro coordinador dirigido a eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (que según el cronograma electoral -de realizarse- serían el 5 de agosto y el 26 de octubre las generales), pese a que no se haya convocado aún a sesiones extraordinarias.
Esto fue mediante un comunicado de la JGM, en el que se manifestó que “el proceso electoral de 2025 para elegir diputados y senadores nacionales tendrá un costo estimado de 500 millones de dólares, entre las PASO y elecciones generales”, añadiendo que “si elimináramos las PASO, se ahorraría entre 35% y 40% de esa suma. Es decir, estamos hablando de un ahorro superior a los 150 millones de dólares”, se explicó en el texto.
Con esta data, la búsqueda de ajustar las cuentas fiscales que motoriza la administración libertaria también es funcional a las necesidades políticas del oficialismo, que paradójicamente también impulsa la oposición cristinista. Una opción y propuesta que hasta ahora tiene un único oponente a nivel nacional. Se trata, nada más y nada menos, que del ex mandatario Mauricio Macri, quien quizás deba rever esa decisión en base a las coyunturas que se presenten en la diversidad de distritos en los que su fuerza tiene representación, o alianza con otros partidos a través del casi extinto, Juntos por el Cambio.