La provincia de Santa Fe ostenta una tradición en la toma de créditos internacionales, que trasciende las gestiones y colores políticos. La salud de sus finanzas, la conducta de cumplimiento y la capacidad de endeudamiento han redundado en una política de financiamiento externo casi de manera ininterrumpida.
El gobierno actual "heredó" la continuidad en la tramitación de algunos préstamos, y explora otros. Pero a diferencia de administraciones anteriores, la de Maximiliano Pullaro enfrenta una situación particular devenida de Nación. La toma de endeudamiento requiere en la mayoría de los casos del aval del gobierno central, que opera como una suerte de garantía. Solía concederse sin dificultades y constituía un trámite sin mayores sobresaltos. Pero la decisión del presidente Javier Milei de reducir el déficit y cuidar celosamente el nivel de endeudamiento del país, endurece la posición de la Casa Rosada. Es que desde Nación se interpreta que los créditos los toman las provincias pero generan un endeudamiento indirecto para la Nación, que interviene como garante. De allí, una mayor reticencia para otorgar los avales.
Los casos
Consultado por El Litoral, el ministro de Economía, Pablo Olivares, precisó que el préstamo más importante que tramita la provincia y requiere del aval de Nación, es el tomado con el Fondo Saudí por cien millones de dólares, para financiar la segunda etapa del Acueducto Biprovincial con Córdoba.
"Tenemos ese aval pendiente – confirmó el ministro-. La gestión ha atravesado algunos procesos, pero el aval como tal aún no ha sido concedido. El gobierno central tiene un compromiso por facilitar a la provincia el acceso al financiamiento, pero recordando que para la Nación, el otorgamiento del aval es también deuda indirecta".
Sobre esa base, Olivares planteó que "todas las provincias tenemos que ver cómo resolvemos esta situación, porque la mecánica habitual ha sido siempre la de tomar financiamiento con aval nacional como aval soberano". El ministro aclaró que Santa Fe ya ha comenzado a recorrer un camino a principios de año para prescindir de dicha instancia, y advirtió que quizá ésa deba ser la circunstancia que se seba atravesar de aquí en más. "A principios de año, logramos el primer préstamo directo sin garantía nacional (con la Agencia Francesa para el Desarrollo). Tal vez éste es uno de los desafíos que vamos a tener para toma de financiamiento desde Santa Fe con una posición, no de cierre, pero sí más restrictiva de parte del gobierno nacional para el otorgamiento de los avales", planteó.
La toma de créditos internacionales de parte de las provincias requiere de una autorización de Nación (una suerte de permiso), de un aval (opera como garantía) o de ambas. La decisión es imperativa del organismo de crédito que concede el préstamo.
Además de los créditos mencionados, Santa Fe tramita otros, por ejemplo, con la Corporación Andina de Fomento (CAF) para financiar la construcción de las "villas olímpicas", en el marco de los Juegos Odesur, en 2026. Se desconoce aún si la CAF exigirá aval o sólo autorización de Nación.
Fuente: Ivana Fux para El Litoral