El Sabalero se mostró renovado, con caras nuevas y venció 2-0 a Lanús por uno de los últimos compromisos correspondientes a los 16avos de final de la Copa Argentina. Tomás Galván anotó el primero a los 30′ de la primera parte, y en el segundo, apareció Jorge Benítez desde el banco para liquidar la cuestión. El granate jugó con uno menos desde los 20′ del ST por la expulsión de Cristian Lema. Colón se enfrentará a Talleres en la siguiente instancia.
El conjunto Sabalero se mostró ordenando en un encuentro que costó en armarse por ambas partes, para empezar a ver las primeras ocasiones. La primera la tuvo el conjunto dirigido por Frank Kudelka, y posiblemente la más clara que tendría en el partido, luego de un remate fuerte de Lema a la humanidad de Chicco en un tiro libre en la frontal, a Troyansky le quedó en soledad el rebote para empujarla a la red. La pelota nunca encontró arco.
Después, el rojinegro reaccionó rápidamente y lo tuvo con un disparo de Espínola que reventó el travesaño de Acosta. A partir de esta, Colón empezó a pisar mejor el campo rival y generó situaciones de peligro. Como una inefectiva resolución de Pierotti después de un gran contragolpe, avisando que el Sabalero estaba un poco mejor.
El que la busca, la consigue y en una gran arremetida de Galván al área, controló y definió cruzado, el arquero Granate no terminó de parar bien el disparo e infló la red para decretar la apertura del marcador.
La segunda mitad comenzó con un Colón más tranquilo a la hora de mover la pelota, con un gran Botta, que dejó una gran carta de presentación. Creando jugadas y arriesgando en ese último pase, algo que necesitaba a gritos el Colón de Gorosito.
El Granate estuvo cerca de igualar al principio del complemento, en una jugada que se originó por el sector izquierdo. Loaiza comenzó a gambetear y pasó el balón a Leandro Díaz, pero una vez más, Chicco se lució al rechazar el disparo del goleador, quien unos minutos antes debería haber sido expulsado. Colón, al conectar en sus avances ofensivos, lograba profundidad, pero carecía del toque final para aumentar la ventaja.
En el minuto 20, el defensor Cristian Lema, totalmente alterado, vio la tarjeta roja y empujó al árbitro Echavarría, profiriéndole insultos al abandonar el terreno de juego.
Conejo Benítez ingresó, y con espacios, empezó a encontrar situaciones, en la primera su tiro pasó cerca del poste derecho de Acosta. Lanús estaba desorientado y a raíz de una posición adelantada que no fue sancionada, Batallini envió un centro que Perlaza no logró conectar, pero en el rebote, Conejo Benítez se acomodó y esta vez no erró: el marcador se amplió a 2-0 y liquidó la cuestión. Fue un golpe decisivo que permitió un inicio inmejorable para el equipo rojinegro en esta etapa de la temporada.
