Los dos conglomerados más poblados de la provincia de Santa Fe, el de Rosario y el de la capital provincial, cuentan con la promesa del gobierno nacional de mantener las obras de ampliación de sus plantas potabilizadoras que se habían iniciado a fines de la gestión anterior en la Casa Rosada.
Se trata de los pocos compromisos que, durante 2024, mantuvo el gobierno nacional que a poco de asumir bajó casi todas sus partidas en obras públicas en todo el país.
No lo había podido hacer con los proyectos en ejecución que disponían de sus propios recursos y de la gestión de un organismo autárquico, el Enohsa, que mantuvo los pagos comprometidos para multiplicar la capacidad de los establecimientos potabilizadores de Granadero Baigorria y la ciudad de Santa Fe, pero finalmente liquidó el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento en octubre pasado.
La promesa de Nación
Los anuncios de que así procedería comenzaron en julio y agosto, que son justamente los últimos meses que se cancelaron, con partidas ya a cargo de la Subsecretaría de Recursos hídricos de la Nación.
Esa fue la promesa que los funcionarios santafesinos recibieron de sus pares de la gestión del presidente Javier Milei, pero luego quedaron impagos los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre del año pasado, que hoy suman nada menos que $500 millones en certificados de obra impagos.
Obviamente, al detenerse el flujo de recursos, el ritmo de los trabajos en ambas instalaciones de Aguas Santafesinas SA se ven demoradas.
Desde el gobierno nacional se planteó el cierre de organismo como una forma de evitar la duplicación de tareas del Estado y se aseguró que los trabajos financiados por Enohsa continuarían a cargo de otra repartición que depende del Ministerio de Economía.
A mediados de octubre, el ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico advertía que el cierre de es organismo significaba "una mala noticia para el federalismo" y destacaba su labor aunque necesitaba ser mejorado.
Enrico consideró que el Enohsa ha cumplido un rol fundamental en el desarrollo de los servicios públicos de agua potable y cloacas, en especial para lograr el acceso al financiamiento internacional de sectores cooperativos, municipalidades y comunas.
El compromiso se vio afectado
Por entonces, el compromiso de la Nación con el funcionario santafesino era que continuarían sin sobresaltos las obras en las plantas señaladas (que ya tenían un estado de avance del 18% en Santa Fe y del 15% en Granadero Baigorria) y que sería terminada la planta de la ciudad de Rafaela. Hoy el ritmo de obras se ha afectado, en sendos casos, de acuerdo con las fuentes consultadas por El Litoral.
Una vez más, cabe recordar que la creación del Enohsa respondió a la disponibilidad de financiación internacional proveniente de los Estados Unidos para América Latina que exigía, ante gobiernos de los países de esa región que no daban garantías en cuanto al uso de los recursos, que los préstamos efectivamente llegaran a los usuarios para el desarrollo de infraestructura sanitaria básica.
Ese fue el contexto geopolítico que en la mitad del siglo pasado creo el Enhosa y que los distintos gobiernos nacionales democráticos que se sucedieron desde 1983 fueron modificando.
Así, como antecesores del organismo se encontraba el SNAP a nivel nacional y los SPAR en las provincias beneficiadas, siempre bajo el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo.
Con información de El Litoral