La oficialización de la extensión del ciclo lectivo en la provincia de Santa Fe puso a toda la comunidad educativa en alerta. La circular que plantea que el nivel secundario deberá asistir a las aulas hasta el 23 de diciembre disparó las alarmas no solo de los propios estudiantes y sus familias, sino también de los gremios de docentes santafesinos.
Desde Amsafe y Sadop salieron a manifestar su descontento ante las últimas medidas anunciadas por el ministerio de Educación de la provincia. Cuestionan tanto la extensión del ciclo lectivo como los criterios de promoción, que desestima los tradicionales tribunales examinadores.
Mediante un comunicado dado a conocer este lunes, la comisión directiva provincial de Amsafe lamentó que la cartera educativa haya tomada una decisión "como tantas otras veces, producto de decisiones inconsultas" y aseguró que la extensión de las clases "significa una sobrecarga de actividades para los docentes en un año muy difícil".
El gremio de los docentes oficiales sostuvo que "no rechazamos ni resignamos nuestra responsabilidad como docentes", pero "tampoco aceptamos otra sobrecarga de trabajo con los mismos cargos, recursos, tiempos y espacios actuales".
Del mismo modo, señalaron la dificultad de implementar estos cambios debido a la condiciones de la docencia, que dificultan encontrar momentos de intercambio entre maestros de distintas materias: "Enfatizamos también la necesidad de debatir sobre el puesto de trabajo para el docente de secundaria. Basta de profesores desplazándose de una escuela a otra en tiempos limitados. Basta de docentes que se sobrecargan con múltiples compromisos en distintos establecimientos"
Asimismo, la seccional de Rosario del Magisterio fue más allá y señaló que la extensión de las clases hasta el 23 de diciembre "desconoce la importancia principal de esta etapa de recuperación y exámenes a los que se encontrarán abocados los docentes, además de organizar y llevar adelante las actividades de fin de ciclo". Y apuntaron: "defendemos la total autonomía de las escuelas para organizar y llevar adelante las actividades necesarias para cerrar de la mejor manera el ciclo lectivo".
Los privados piden que se dé marcha atrás
¿Habrá clases hasta el 23 de diciembre sí o no? "Aunque no depende de nosotros, creemos que no" , contestó Pedro Bayúgar ante la consulta de El Litoral.
De hecho, el secretario general del Sadop adelantó que este lunes se presentó un pedido de revocatoria de la circular ante el Ministerio. "Con una circular no se puede modificar ni derogar resoluciones y decretos provinciales, por lo que pedimos la nulidad para que no se ponga en funcionamiento la medida en las secundarias de gestión privada".
Ante la consulta sobre lo firmado en paritarias, el gremialista reconoció que está dentro de lo pactado, pero que la organización de cada colegio escapa a las facultades gremiales: "Nosotros no manejamos las escuelas. Nosotros somos los representantes de los docentes, que como todos los años, vamos a trabajar hasta el 30 de diciembre. Si la ministra quiere tener clases efectivamente hasta el 23, tiene que arreglar con los propietarios de los colegios de gestión privada por un lado y con las directoras de las escuelas oficiales por otro. Hay una pequeña diferencia que si la ministra no la sabe distinguir, estamos complicados".
El dirigente gremial reparó, además, en el escaso diálogo y lineamientos claros vertidos desde el ministerio. "¿A esta altura del año que llegue la circular número 4? Qué poco se comunicó la subsecretaría con las escuelas", apuntó Bayúgar.
Respecto a la posibilidad de dar real cumplimiento a las fechas estipuladas por el ministerio, Bayúgar opinó: "Creo que todos van a estar haciendo lo que ya tenían programado de antemano. Porque hay cosas que ya están acordadas y no se pueden modificar. Por ejemplo, los salones que están contratados para el cierre del año. ¿Y después de ese cierre formal, van a hacer que los alumnos sigan yendo a clases?"
En ese sentido, agregó que la modificación del cronograma implicará una dificultad tanto para los alumnos como para los propios docentes: "La mayoría de las escuelas ya tienen fijada para estas semanas los exámenes finales. Si un chico aprobó la materia, no se le puede exigir que siga yendo a clases. Es realmente absurdo, pareciera ser una sanción para los alumnos que cumplieron con todo. Y encima, esto se vuelve un problema para el mismo docente, que no va a poder enseñar al mismo tiempo a los que no aprobaron y a los que ya están al día"
Fuente: El Litoral