El primer torneo de la temporada resultó en una decepción para Unión, con objetivos incumplidos. Aunque el DT Cristian González podría cambiar el discurso para minimizar el fracaso deportivo, él mismo había mencionado la meta de llegar a cuartos de final.
Sin embargo, tras no lograr esa clasificación, el equipo atravesó una racha de resultados negativos hasta la victoria contra Tigre, recordando que parte del plantel había evitado el descenso apenas unos meses atrás.
El triunfo en Avellaneda generó expectativas entre los aficionados del Tate, pero luego llegaron una serie de resultados negativos en Santa Fe. A pesar de una racha previa de cinco partidos sin derrotas bajo la dirección de Kily, el equipo no pudo mantener el impulso.
Incluso los jugadores reconocieron que si no hubieran ganado de manera contundente contra Independiente Rivadavia el 24 de febrero, el propio entrenador probablemente habría dado un paso al costado.
Analizando los números retrospectivamente, Unión tuvo un desempeño notable como visitante. De los 20 puntos obtenidos, 12 fueron conseguidos fuera de casa.
El equipo perdió solo un partido en circunstancias controvertidas, ganó tres veces y empató en tres ocasiones. Marcó siete goles y recibió cinco, obteniendo el 57,14% de los puntos disputados.
Es notable que Unión comenzó y terminó el torneo como visitante, ganando ambos partidos por 1-0, con dos excelentes actuaciones de Joaquín Mosqueira.