El 2 de octubre el Ente Nacional Regulador de la Electricidad convocó a una audiencia pública para actualizar las tarifas de las empresas que transportan la energía mediante líneas de alta tensión. Doce días después, el lunes 14 de este mes, el Enre dejó sin efecto ese llamado.
Tal como sucedió en abril pasado, primero se llamó a la discusión tarifaria bajo un criterio técnico que persigue el objetivo de que los usuarios cubran los costos reales de la generación, el transporte y la distribución de la energía eléctrica. Sin embargo, luego se dio marcha atrás bajo un criterio político. O mejor, de política económica.
El sub sector del transporte, que vincula a los generadores términos, hidráulicos, nucleares y renovables con las empresas distribuidoras de energía eléctrica como la Epe, es parte de la falta de inversiones que puede provocar apagones el próximo verano, al igual que el de generación.
En términos del impacto final sobre las boletas que pagan los usuarios, el transporte se lleva solo el 1,5% del total abonado. Y lo que iba a debatirse el 5 de noviembre próximo para aumentar la remuneración al transporte de la energía eléctrica iba a implementarse recién a partir del 1ro de enero de 2025.
Es curioso, la resolución 743 (que dejó sin efecto la 705) cita en sus considerandos lo "imperioso" de "encauzar la prestación de los mencionados servicios públicos" así como de "corregir los precios relativos de la economía, entre los cuales se encuentran los precios y tarifas concernientes a los sectores de gas natural y energía eléctrica", de acuerdo con el Decreto N°55 de fecha 16 de diciembre de 2023 que declaró la emergencia del sector energético nacional hasta el 31 de diciembre de 2024. Con las interferencias "políticas" sobre las correcciones "técnicas", todo indica que habrá una prórroga de esa situación que cada gobierno ha elegido como herramienta de gestión sobre los servicios públicos en general y sobre la energía eléctrica en particular. De hecho, se espera un verano en el que parte de las explicaciones oficiales por eventuales apagones tendrán esa tónica, la de la emergencia por el atraso en las inversiones.
