A principio de esta semana, luego de una madrugada de intensas lluvias en la ciudad de Santa Fe, funcionarios provinciales y municipales brindaron una conferencia de prensa en Casa de Gobierno para hablar sobre la emergencia hídrica. En ese marco, el intendente Juan Pablo Poletti aseguró que “esperamos para fin de enero que el río llegue a los 6 metros”.
Para conocer qué probabilidades de que esto ocurra, El Litoral entrevistó a Juan Carlos Bertoni, presidente del Instituto Nacional del Agua (INA), quien respondió a la afirmación que hizo el intendente Poletti: “Me hubiese gustado que antes de hablar a la población tomara contacto con nosotros. Es bueno mantener el alerta pero hay que ser prudentes; en lo personal no puedo asegurar que se vayan a dar los 6 metros a final de enero, dado que no existe en este momento una base hidrológica-hidráulica que permita asegurar ese valor”.
A su vez, el intendente dejó entrever que el pronóstico del INA que se tenía para el corriente mes no se cumplió. Al respecto Bertoni señaló que “todos los organismos debemos trabajar mancomunadamente y, en conjunto, tener un discurso coherente. Hay que tratar de evitar llevar incertidumbre a la población”, y agregó que analizó en detalle lo que pronosticó el INA y aquello que luego ocurrió: “Los pronósticos son dinámicos por naturaleza. Hay que seguir toda su evolución. A inicios de diciembre dijimos que el nivel iba a ser de 4,72 mts, poco después lo actualizamos a 4,81 mts. El día 11 dijimos que pasaría a ser de 5,18 mts, y en el informe mencionamos que se esperaban precipitaciones severas en el tramo entre La Paz (Entre Ríos)-Santa Fe, que podrían generar un repunte sosteniendo de aguas altas, próximos a los niveles de alerta o por encima. Efectivamente varias lluvias importantes ocurrieron a partir del día 11. Después, el día 18 el río llegó hasta los 5,41 mts”.
Factores de análisis
Para conocer y estimar los niveles del río Paraná en todo su tramo medio, incluida en este sector la ciudad de Santa Fe, Bertoni explicó que hay que tener en cuenta tres factores: la meteorología; el estado hidrológico e hidráulico del sistema Paraná, que incluye a la humedad de las cuencas y al comportamiento hidráulico del río; y el nivel de almacenamiento que tienen las represas, mayormente localizadas en territorio brasileño.
-¿Cómo analizan el factor meteorológico?
-El trabajo conjunto que hacemos con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica que en lo que resta de este año pueden producirse lluvias superiores a las normales, fundamentalmente en el tramo misionero-paraguayo del río Paraná. Esto se daría en un ambiente en el que El Niño se ha presentado de forma más severa en los últimos tiempos. Este fenómeno de forma progresiva se extendió hacia el centro y sur del litoral, produciéndose lluvias más copiosas. Esas lluvias, si bien no definen el nivel del río Paraná pueden introducir algunas variaciones sobre los valores medios que el INA pronostica.
Para el trimestre de diciembre-enero-febrero, el SMN nos dice que se presentarían precipitaciones superiores a las normales en todo el litoral. Además, entre enero y febrero habría una tendencia de lluvias importantes en la región central de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, con el 55% de ocurrir precipitaciones superiores a las normales. El Niño está muy activo y sobre los valores medios que continuamente estamos pronosticando pueden haber variaciones, sobre todo si las lluvias intensas se producen inmediatamente aguas arriba de Santa Fe.
-Respecto al estado hidrológico/hidráulico de la cuenca ¿Qué puede comentar?
-A esta altura, en términos generales las cuencas ya se han humedecido y ante cualquier lluvia tienden a responder hidrológicamente, con aportes al río Paraná. Entonces hay una mayor sensibilidad de lo que teníamos hace unos meses atrás, cuando las cuencas estaban secas en función del período de sequía que teníamos.
El otro tema es cómo se comporta ahora el río Paraná, que vino de tres años de una extrema bajante. Eso hizo que muchos de los pequeños cuerpos de agua, bañados y demás cuerpos de agua que integran todo el sistema del río, se obstruyeran parcial o totalmente, con mayor vegetación y así se redujera la sección de paso para el agua. Por eso estas crecidas, que podemos decir son las primeras crecidas estivales, se encuentran con una situación hidráulica del río más compleja para pasar. Por eso cuando empezó la crecida dije que había que tener presente que el río iba a desarrollar un proceso de limpieza general de todo su sistema de drenaje, para así generar escurrimiento entre los cursos de agua que se han ido desconectando. Hasta hace poco uno se encontraba con vegetación más extendida y exuberante que ocupaba más lugar, por lo cual el río la única forma que tiene ahora para pasar es elevar el nivel de sus aguas. Por eso es lógico y esperable que se puedan dar niveles más altos de los que uno pronostica porque estamos en un período en que la hidráulica del río está cambiando y aún no se la conoce en detalle. Desde ese punto de vista no es el mismo río que teníamos antes de la gran bajante.
-¿Qué pasa con el factor de almacenamiento en las represas?
-El 72% de la capacidad de almacenamiento hoy en día está cubierta. Esto quiere decir que es muy alto para la época del año; ese nivel similar solo se vio en 2010-2011. En junio de este año ya fue del 95%. La disminución se da porque Brasil necesita “turbinar” para generar energía y está turbinando un caudal mayor del que recibe, algo que está dentro de lo predecible. En síntesis, hay cierta capacidad para amortiguar picos extremos que eventualmente puedan generarse en el territorio brasileño.
-¿A qué conclusión puede llegar tras analizar estos tres factores?
-Vamos a tener un período de aguas medias altas. Pero en este momento no existe una base hidrológica-hidráulica que permita confirmar lo que yo denomino un “palpito” de los 6 metros que se habla para final de enero. No puedo decir que no se vaya a dar pero tampoco asegurar que se dé. El INA presenta pronósticos con 7 y 14 días de antecedencia y debemos seguir la evolución de esos valores.
Adecuar niveles de evacuación y alerta
Bertoni remarcó que es menester actualizar los niveles de alerta y evacuación que actualmente se toman en cuenta en diferentes ciudades litoraleñas, como en Santa Fe. “En general, luego de los tres años de bajante en muchos casos se ven áreas ocupadas que pertenecen al río. Nosotros ya hemos recomendado que a nivel local se encare un trabajo de actualización de los verdaderos niveles de evacuación y alerta porque hemos visto que los niveles no han llegado al alerta y ya había gente evacuada”, destacó el presidente del INA.
Con información de El Litoral