El jefe de bloque del Frente de Todos en Diputados Máximo Kirchner fue dado de alta este domingo por la tarde, tras presentar una “buena evolución clínica y respuesta terapéutica” al tratamiento por cólicos renales que le provocaron mucho dolor. Desde el sábado se encontraba internado en el Hospital Italiano de La Plata.
El hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner y líder de la agrupación La Cámpora se encuentra en buen estado y continuará los controles y el tratamiento de forma ambulatoria, según el último parte médico.
En el centro médico habían informado que el legislador había sido “derivado y acompañado por su médico de cabecera, por un cuadro agudo que se interpreta como cólico renal, diagnosticándose mediante estudio de imágenes perinefritis incipiente y litiasis de 3 mm intravesical”. Explicaron que le hicieron estudios de laboratorio y bacteriológicos y que le suministraron tratamiento con antibióticos.
“Luego de buena evolución clínica y respuesta terapéutica, se otorga el alta de internación del paciente Máximo Kirchner. Sigue controles y tratamiento ambulatorio”, detalló el último parte.
Una de las últimas actividades del legislador fue el viernes cuando recibió al intendente santafecino de Pérez, Pablo Corsalini, y al presidente comunal de General Lagos, Esteban Ferri, junto al diputado Marcos Cleri. Del encuentro participó además el secretario de Áreas Metropolitanas de la provincia de Santa Fe, Germán Bacarella. En la reunión analizaron la situación económica y social de ambas localidades y del gran Rosario, según se informó oficialmente.