El gobierno provincial firmó este viernes el contrato de inicio de obra del nuevo puente Santa Fe-Santo Tomé. El mismo demanda una inversión que supera los $ 39 mil millones. “Ya firmé el contrato y lo elevé a Escribanía de Gobierno”, dijo el administrador de Vialidad Provincial, Pablo Seghezzo. Sólo resta que haga lo propio la UTE Lemiro Petroboni SA, SE.MI.SA, Cocivial SA. De esta forma, el inicio de los trabajos será en el transcurso de los próximos días, entrado el mes de marzo.
Cabe recordar que durante el acto de licitación, realizado el pasado 20 de diciembre en el Anfiteatro de Santo Tomé, el gobernador Maximiliano Pullaro había destacado que la obra “es una de las más anheladas y de las más importantes que vamos a hacer en esta etapa que me toca gobernar Santa Fe”; y valoró que “se va a hacer con recursos propios, porque entendimos que la Provincia no podía seguir esperando a Nación, para resolver el problema del tránsito entre estas dos ciudades, que tanto tiempo lleva”.
La obra
La obra contempla tres sectores, siendo dos de ellos las cabeceras y obras aledañas en la localidad de Santo Tomé y Santa Fe, y el restante el puente propiamente dicho sobre el Río Salado. El puente existente facilitará -con dos carriles- el ingreso del tráfico a la ciudad de Santo Tomé, mientras que el nuevo puente se destinará a facilitar el cruce hacia la ciudad de Santa Fe -también con dos carriles-.
Sobre la cabecera de Santa Fe, se prevé la demolición del pavimento de hormigón existente, que cuenta con numerosa cantidad de bacheos y losas deterioradas. Luego se proyecta la construcción de dos calzadas de 9,30 m de ancho (dos carriles de 3,65 metros de ancho y una banquina de 2 metros de ancho), una de ellas sobre el terraplén existente (prácticamente coincidente con el pavimento que se demuele) y la otra sobre un terraplén que se prevé construir al norte del existente. También tendrá obras complementarias como iluminación, parquización, construcción de bicisenda, entre otras.
Sobre la cabecera de Santo Tomé, se plantea una reconversión del sentido del tránsito existente, que a grandes rasgos se puede resumir en un impedimento del giro a la izquierda por calle Mitre para la mano que circula desde Santa Fe hacia Santo Tomé, y el cambio de sentido de Avenida Mitre en las últimas dos cuadras antes de llegar a la Avenida 7 de Marzo (ingreso al puente Carretero) convirtiéndola en sentido único en sentido sur-norte.
En cuanto al sector del puente, cuenta con una longitud de 1.300 metros. El proyecto incluye además la protección contra erosión del estribo. También se contempla la iluminación de todo el puente, la colocación de defensas metálicas y barandas.