¿Cómo impactan el fracaso de la ley de Bases y la acusación de Javier Milei a los gobernadores -Maximiliano Pullaro incluído- en las cuentas de Santa Fe? La norma procuraba un rediseño estructural para atraer inversiones en la economía real. Una arquitectura que sin consensos políticos -como reclamó el mandatario santafesino- no podrá convertirse en plataforma para cambiar el crítico deterioro en el que quedó el país tras la administración del Frente de Todos.
Despejado el ruido de una administración nacional especializada en “tik-tok” pero sin dirigentes eficaces a la hora de abordar “lo que hay que hacer”, el ministro de Economía Luis Caputo es quien barniza con moderación discursiva a un cruel ajuste ortodoxo: pone en la licuadora los pasivos del BCRA junto con los salarios (los nacionales se actualizaron al 16% para luego congelarse) y las jubilaciones. Se apalanca en la herencia peronista de inflación y en la vigente ley de actualización de haberes que perjudica a los jubilados, a lo que añade la devaluación. Hasta el FMI le ha advertido a la Casa Rosada por los costos sociales y la sostenibilidad del gobierno.
Pero Caputo ya tiene un dato en el que apoyarse. La inflación núcleo de enero en CABA fue “apenas” 2,5% (21,7% la general) y bajando. Un indicio de lo que procura. La recesión baja el consumo y modera los precios; la inflación es la determinante demanda de los argentinos. La tolerancia social al ajuste es la principal amenaza al gobierno central, una mayor que la desgastada advertencia de la CGT, de un peronismo sin líder y de una izquierda que en su protesta destructiva, favorece al presidente.
¿Llega con chances la desordenada Casa Rosada, al oxígeno de los dólares del campo que entrarán después de Semana Santa? Hasta entonces el ajuste nacional autoinfligido es una imposición a los gobiernos provinciales.
Transferencias discrecionales
Milei ya recortó las transferencias “discrecionlaes” que en Santa Fe significan paralizar obras como el acueducto de Granadero Baigorria y la ampliación de la planta potabilizadora de la capital provincial (fondos de Enhosa), así como las obras en la cascada Saladillo. (Obras Públicas). La circunvalar ferroviaria también está paralizada, pero esa es administrada desde Ferrocarriles y no por intermedio de la Casa Gris.
Sin autorización nacional, no se podrá licitar la segunda etapa del gasoducto biprovincial con Córdoba, que necesita autorización y aval del gobierno central para el desembolso Saudí de US$100 millones. La “motosierra” ha recortado además el reembolso de una doceava parte al mes del déficit del año inmediato anterior en la Caja de Jubilaciones no transferida.
Santa Fe tuvo un déficit previsional de $173 mil millones el año pasado, por lo que debería recibir este año $14,4 mil millones al mes. Pero como el último convenio con Anses fue en 2019, el gobierno justicialista le volvió a meter la mano en el bolsillo a los santafesinos -como lo hizo el kirchnerismo durante 10 años- con cuotas sin actualizar. Según la consultora Aerarium, en todo el 2023 el gobierno central le “reembolsó” a la Casa Gris $8.547 millones; queda claro que a la “motosierra” la usó Alberto Fernández y sólo al final de la gestión de Omar Perotti, la provincia hizo un reclamo a la Corte.
En los recortes del gobierno central hay un especial capítulo para los docentes. El Fondo Nacional de Incentivo Docente desaparece sin una norma que lo reedite; la “hora 25” (adicional a interinas) queda sin financiamiento. A eso deben añadirse otras podas que no impactan fiscalmente en Santa Fe pero sí en los bolsillos santafesinos: las transferencias por subsidios al transporte o los subsidios a hospitales.
No podrá la Casa Gris compensar estas faltas; al menos no por completo. La recaudación propia, como la coparticipación automática, navegan 1,5% nominal por encima en la comparación interanual, pero pierden respecto de la inflación. En la frazada corta, Pullaro ya dictaminó dos prioridades en orden al valor de la vida: las inversiones para equipos y móviles policiales, y el refuerzo de asistencia alimentaria porque la “motosierra” nacional restó planes o el poder adquisitivo de los subsidios. ¿Las paritarias..? En orden a la evolución de los recursos y teniendo en cuenta que la provincia no está sólo para pagar salarios.
Con información de El Litoral