El Tate parece perder todas las virtudes que lo habían puesto entre los equipos más destacados, otra noche con muy pocas ideas para perder 1 a 0 en su casa frente a un Independiente que subraya su levantada. Lucas Romero al inicio de la segunda mitad fue el autor del único gol del partido.
A pesar del auspicioso comienzo, el primer tiempo careció de fútbol. Los dirigidos por Gustavo Munúa tuvo un mejor inicio, con un remate de Jonathan Álvez que se estrelló en el travesaño apenas a los tres minutos, pero no pudo ponerse en ventaja.
Por su parte, el conjunto dirigido por Julio César Falcioni logró adelantarse en la cancha y contó con una situación clara en la que Damián Batallini no llegó a empujar la pelota. Con el correr de los minutos, ambos equipos perdieron precisión y, más allá de algunas insinuaciones, el resultado no cambió de cara al entretiempo.
Sin embargo, el marcador sí se modificó en el arranque del complemento. Tras una sucesión de pases cortos en campo de Unión, Romero probó de primera, desde afuera del área, y marcó el primer tanto del encuentro.
Después del gol, Independiente contó con una situación para liquidar el duelo, pero no lo consiguió y, sin Leandro Fernández, que salió por lesión, finalizó aguantando las embestidas en ataque del Tatengue, pese a que no fueron del todo precisas.
El encuentro se fue diluyendo y también acentuando la falta de confianza e intensidad que sufre el conjunto rojiblanco. Sin muchas ideas lo buscó, pero solo quedó esperar el pitido final que confirmara un nuevo tropiezo para Unión.
Lo que parecía un inicio esperanzador en el campeonato se terminó convirtiendo en un mal momento futbolístico, mitad de tabla y dejando escapar oportunidades que lo acerquen a su ansiado objetivo… clasificar a una nueva copa internacional.