Tercera derrota consecutiva sin convertir para el conjunto dirigido por Gustavo Munúa, esta vez cayó por la mínima en La Plata frente a Estudiantes. Mauro Boselli convirtió el único gol del partido, por medio de un penal polémico.
Zielinski, algo cuestionado por los últimos malos resultados, había presentado la renuncia este último viernes para "descomprimir” la situación en un cónclave subido de tono. Sin embargo, los dirigentes no se la aceptaron, por lo que tuvo que dirigir ante Unión.
El Tate llegó con la idea de volver a sumar, pero se le complicó mucho desde el juego. El mismo equipo que hace algunas semanas era el más goleador del torneo, hoy no es efectivo de cara al arco y le cuesta mucho profundizar.
En un encuentro por demás trabado, sin un claro dominador del juego, la única alegría se dio desde el punto del penal. Promediando el segundo tiempo, Yael Falcón Pérez vio en un córner un agarrón de Diego Polenta sobre Fabián Noguera y no dudó en cobrar la pena máxima.
La acción da lugar a discusión, porque en primera instancia parece que el agarrón entre los jugadores es mutuo. El árbitro no fue llamado al VAR, por lo tanto, la pena máxima siguió con normalidad. Mauro Boselli fue el encargado de cambiarlo por gol y así definir un partido con pocas ideas.
Unión deja pasar puntos por el camino y hoy, aquel equipo animador del torneo no está apareciendo. El próximo compromiso del Tate será el domingo que viene frente a Aldosivi en el 15 de abril.
